Encontrados 13 resultados para: Abandonada

  • Él entonces, mirando al rey, dijo: "Tú, aunque eres mortal, tienes autoridad entre los hombres y haces lo que quieres. Pero no pienses que nuestra nación ha sido abandonada de Dios; (II Macabeos 7, 16)

  • Yo dije: ¿Hasta cuándo, Señor? Y me respondió: Hasta que las ciudades estén devastadas y desiertas, las casas vacías y la tierra abandonada; (Isaías 6, 11)

  • Pues la ciudad fortificada ha quedado solitaria, como morada abandonada, desolada igual que un desierto; allí pasta el becerro, allí se tumba y come la maleza. (Isaías 27, 10)

  • Grita de alegría, estéril, que no has dado a luz, prorrumpe en gritos de gozo y algazara, tú que no has estado de parto. Pues son más numerosos los hijos de la abandonada que los hijos de la casada -dice el Señor-. (Isaías 54, 1)

  • Sí, como a una mujer abandonada y desolada te ha requerido el Señor. A la esposa tomada en la juventud, ¿se la puede rechazar? -dice tu Dios-. (Isaías 54, 6)

  • No serás ya la abandonada, la maldecida de los viandantes; yo haré de ti una gloria eterna, una delicia de todas las generaciones. (Isaías 60, 15)

  • No se te llamará más la abandonada, ni tu tierra será dicha desierta, sino que se te llamará mi complacencia, y a tu tierra desposada, porque en ti se complace el Señor, y tu tierra tendrá un esposo. (Isaías 62, 4)

  • "Pueblo santo" se les llamará, "redimidos del Señor". Y a ti se te llamará buscada, "ciudad no abandonada". (Isaías 62, 12)

  • Sí, yo te devolveré la salud, yo curaré tus heridas -dice el Señor-, porque te han llamado la Abandonada, Sión, de quien nadie se cuida. (Jeremías 30, 17)

  • Nadie se regocije de mí, de verme viuda, abandonada de tantos. Estoy en soledad por los pecados de mis hijos, porque se apartaron de la ley de Dios; (Baruc 4, 12)

  • Gaza será abandonada, Ascalón arrasada, Asdod será desterrada en pleno mediodía y Ecrón arrancada de raíz. (Sofonías 2, 4)

  • Sabed que vuestra casa se queda abandonada. Y os digo que ya no me veréis hasta que llegue el momento en que digáis: Bendito el que viene en nombre del Señor". (Lucas 13, 35)


“Não desperdice suas energias em coisas que geram preocupação, perturbação e ansiedade. Uma coisa somente é necessária: elevar o espírito e amar a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina