Encontrados 490 resultados para: 70 años de cautiverio
Dentro de dos años haré devolver a este lugar todos los utensilios del templo del Señor, que Nabucodonosor, rey de Babilonia, se llevó de este lugar a Babilonia. (Jeremías 28, 3)
y dijo delante de todo el pueblo: "Esto dice el Señor: De la misma manera, dentro de dos años, romperé yo el yugo de Nabucodonosor, rey de Babilonia, quitándolo del cuello de todas las naciones". Y el profeta Jeremías se marchó. (Jeremías 28, 11)
Esto dice el Señor: Cuando terminen los setenta años concedidos a Babilonia, yo me ocuparé de vosotros y cumpliré en vosotros mi promesa de restituiros a este lugar. (Jeremías 29, 10)
Al cabo de siete años cada uno de vosotros dejará libre a su hermano hebreo que le haya sido vendido; estará a tu servicio seis años y luego lo dejarás en libertad. Pero vuestros padres no escucharon ni hicieron caso. (Jeremías 34, 14)
Vendrá y herirá a la tierra de Egipto. ¡A quien esté destinado a la peste, la peste; a quien al cautiverio, cautiverio; a quien a la espada, espada! (Jeremías 43, 11)
Prepara tu equipaje para el cautiverio, población de Egipto, pues Nof quedará hecha un desierto, devastada y despoblada. (Jeremías 46, 19)
¡Ay de ti, Moab! Estás perdido, pueblo de Camós. Tus hijos son llevados al exilio y tus hijas al cautiverio. (Jeremías 48, 46)
Gime, Jesbón, pues ha sido devastada Ay; chillad, poblaciones de Rabat; vestíos de sayal, llorad, callejead por entre los escombros, porque Melcón es llevado al cautiverio junto con sus sacerdotes y sus jefes. (Jeremías 49, 3)
Veintiún años tenía Sedecías cuando subió al trono, y reinó en Jerusalén once años. Su madre se llamaba Jamital, hija de Jeremías, nativo de Libná. (Jeremías 52, 1)
He visto el cautiverio de mis hijos y mis hijas, que el eterno les mandó. (Baruc 4, 10)
¡Vengan las vecinas de Sión! Acordaos del cautiverio de mis hijos y mis hijas, que el eterno les mandó. (Baruc 4, 14)
Y como las vecinas de Sión ven ahora vuestro cautiverio, así verán pronto vuestra salvación de parte de Dios, que os llegará con gran gloria y esplendor del eterno. (Baruc 4, 24)