Encontrados 1004 resultados para: unción de David
Respondió David a Jonatán: «¿Quién me avisará si tu padre te responde con aspereza?» (I Samuel 20, 10)
Respondió Jonatán a David: «Ven, salgamos al campo.» Y salieron ambos al campo. (I Samuel 20, 11)
Dijo Jonatán a David: «Por Yahveh, Dios de Israel, te juro que mañana a esta misma hora sondearé a mi padre; si la cosa se pone bien para David y no envío quien te lo haga saber, (I Samuel 20, 12)
nunca apartes tu misericordia de mi casa. Y cuando Yahveh haya exterminado a los enemigos de David de la faz de la tierra, (I Samuel 20, 15)
que no sea exterminado Jonatán con la casa de Saúl; de lo contrario, que Yahveh pida cuentas a David.» (I Samuel 20, 16)
Juró de nuevo Jonatán a David por el amor que le tenía, pues le amaba como a sí mismo. (I Samuel 20, 17)
David se escondió en el campo. Llegado el novilunio, el rey se puso a la mesa para comer. (I Samuel 20, 24)
Se sentó el rey en su asiento, como de costumbre, en el asiento de la pared; Jonatán se sentó enfrente y Abner al lado de Saúl; el asiento de David quedó vacío. (I Samuel 20, 25)
Al día siguiente del novilunio, el segundo día, se fijaron en el asiento de David, y Saúl dijo a su hijo Jonatán: ¿Por qué no ha venido a comer ni ayer ni hoy el hijo de Jesé?» (I Samuel 20, 27)
Jonatán respondió a Saúl: «David me pidió con insistencia poder ir a Belén. (I Samuel 20, 28)
Blandió Saúl su lanza contra él para herirle y comprendió Jonatán que por parte de su padre la muerte de David era cosa decidida. (I Samuel 20, 33)
Se levantó Jonatán de la mesa ardiendo en ira y no comió el segundo día del novilunio, pues estaba afligido por David, porque su padre le había injuriado. (I Samuel 20, 34)