Encontrados 130 resultados para: tea

  • Pues bien, ya que vosotros pisoteáis al débil, y cobráis de él tributo de grano, casas de sillares habéis construido, pero no las habitaréis; viñas selectas habéis plantado, pero no beberéis su vino. (Amós 5, 11)

  • Escuchad esto los que pisoteáis al pobre y queréis suprimir a los humildes de la tierra, (Amós 8, 4)

  • Si vinieran ladrones donde ti o salteadores por la noche, ¿no te robarían lo que les bastase? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿no dejarían rebuscos? ¡Cómo has sido arrasado! (Abdías 1, 5)

  • Será entonces el Resto de Jacob entre las naciones, en medio de pueblos numerosos, como león entre las bestias de la selva, como leoncillo entre los rebaños de ganado menor, que si pasa, pisotea, y si desgarra, no hay quien libre. (Miqueas 5, 7)

  • Escuchad ahora lo que dice Yahveh: «¡Levántate, pleitea con los montes y oigan las colinas tu voz!» (Miqueas 6, 1)

  • Lo verá mi enemiga, y se cubrirá de vergüenza, ella que me decía: «¿Dónde está Yahveh tu Dios?» ¡Mis ojos se regodearán en ella cuando sea cosa pisoteada como el fango de las calles! (Miqueas 7, 10)

  • volverá a compadecerse de nosotros, pisoteará nuestras culpas. ¡Tú arrojarás al fondo del mar todos nuestros pecados! (Miqueas 7, 19)

  • En mi puesto de guardia me pondré, me plantaré en mi muro, y otearé para ver lo que él me dice, lo que responde a mi querella. (Habacuc 2, 1)

  • Con furia atraviesas la tierra, con cólera pisoteas las naciones. (Habacuc 3, 12)

  • Yahveh Sebaot los escudará; y devorarán y pisotearán las piedras de la honda, beberán la sangre como vino, y se llenarán como copa de aspersiones, como los cuernos del altar. (Zacarías 9, 15)

  • Y pisotearéis a los impíos, porque serán ellos ceniza bajo la planta de vuestros pies, el día que yo preparo, dice Yahveh Sebaot. (Malaquías 3, 21)

  • «Vosotros sois la sal de la tierra. Mas si la sal se desvirtúa, ¿con qué se la salará? Ya no sirve para nada más que para ser tirada afuera y pisoteada por los hombres. (Mateo 5, 13)


“Deus não opera prodígios onde não há fé.” São Padre Pio de Pietrelcina