Encontrados 450 resultados para: siempre

  • ¡Oh, no nos abandones para siempre, - por amor de tu nombre - no repudies tu alianza, (Daniel 3, 34)

  • Al saber que había sido firmado el edicto, Daniel entró en su casa. Las ventanas de su cuarto superior estaban orientadas hacia Jerusalén y tres veces al día se ponía él de rodillas, para orar y dar gracias a su Dios; así lo había hecho siempre. (Daniel 6, 11)

  • Por mí se decreta que en todos los dominios de mi reino se tema y se tiemble ante el Dios de Daniel, porque él es el Dios vivo, que subsiste por siempre, - su reino no será destruido y su imperio durará hasta el fin - (Daniel 6, 27)

  • Yo te desposaré conmigo para siempre; te desposaré conmigo en justicia y en derecho en amor y en compasión, (Oseas 2, 21)

  • Y tú volverás, gracias a tu Dios: observa amor y derecho, y espera en tu Dios siempre. (Oseas 12, 7)

  • Efraím... ¿qué tiene aún con los ídolos? Yo le atiendo y le miro. Yo soy como un ciprés siempre verde, y gracias a mí se te halla fruto. (Oseas 14, 9)

  • Pero Judá será habitada para siempre, y Jerusalén de edad en edad. (Joel 4, 20)

  • Así dice Yahveh: ¡Por tres crímenes de Edom y por cuatro, seré inflexible! Por haber perseguido con espada a su hermano, ahogando toda piedad, por mantener para siempre su cólera, y guardar incesante su rencor, (Amós 1, 11)

  • por la violencia contra Jacob tu hermano, te cubrirá la vergüenza, y serás extirpado para siempre. (Abdías 1, 10)

  • A las raíces de los montes descendí, a un país que echó sus cerrojos tras de mí para siempre, mas de la fosa tú sacaste mi vida, Yahveh, Dios mío. (Jonás 2, 7)

  • A las mujeres de mi pueblo expulsáis de las casas de sus delicias; de sobre sus niños arrancáis mi honor para siempre: (Miqueas 2, 9)

  • Pues todos los pueblos caminan cada uno en el nombre de sus dioses, pero nosotros caminamos en el nombre de Yahveh nuestro Dios, para siempre jamás. (Miqueas 4, 5)


“Lembre-se de que os santos foram sempre criticados pelas pessoas deste mundo, e puseram sob seus pés o mundo e as suas máximas .” São Padre Pio de Pietrelcina