Encontrados 76 resultados para: seréis

  • Aquel día vareará Yahveh desde la corriente del Río hasta el torrente de Egipto, y vosotros seréis reunidos de uno en uno, hijos de Israel. (Isaías 27, 12)

  • Porque así dice el Señor Yahveh, el Santo de Israel: «Por la conversión y calma seréis liberados, en el sosiego y seguridad estará vuestra fuerza.» Pero no aceptasteis, (Isaías 30, 15)

  • sino que dijisteis: «No, huiremos a caballo.» ¡Pues, bien, huid! Y «sobre rápidos carros montaremos». ¡Pues bien, rápidamente seréis perseguidos! (Isaías 30, 16)

  • Yo confirmo la palabra de mi siervo y hago que triunfe el proyecto de mis mensajeros. Yo digo a Jerusalén: «Serás habitada», y a las ciudades de Judá: «Seréis reconstruidas.» ¡Yo levantaré sus ruinas! (Isaías 44, 26)

  • Volveos a mí y seréis salvados confines todos de la tierra, porque yo soy Dios, no existe ningún otro. (Isaías 45, 22)

  • Porque así dice Yahveh: De balde fuisteis vendidos, y sin plata seréis rescatados. (Isaías 52, 3)

  • Sí, con alegría saldréis, y en paz seréis traídos. Los montes y las colinas romperán ante vosotros en gritos de júbilo, y todos los árboles del campo batirán palmas. (Isaías 55, 12)

  • Y vosotros seréis llamados «sacerdotes de Yahveh», «ministros de nuestro Dios» se os llamará. La riqueza de las naciones comeréis y en su gloria les sucederéis. (Isaías 61, 6)

  • Porque así dice Yahveh: Mirad que yo tiendo hacia ella, como río la paz, y como raudal desbordante la gloria de las naciones, seréis alimentados, en brazos seréis llevados y sobre las rodillas seréis acariciados. (Isaías 66, 12)

  • Como uno a quien su madre le consuela, así yo os consolaré (y por Jerusalén seréis consolados). (Isaías 66, 13)

  • Lo que les mandé fue esto otro: «Escuchad mi voz y yo seré vuestro Dios y vosotros seréis mi pueblo, y seguiréis todo camino que yo os mandare, para que os vaya bien.» (Jeremías 7, 23)

  • que mandé a vuestros padres el día que los saqué de Egipto, del crisol de hierro, diciéndoles: «Oíd mi voz y obrad conforme a lo que os he mandado; y así seréis mi pueblo, y yo seré vuestro Dios, (Jeremías 11, 4)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina