Encontrados 176 resultados para: paso del Mar Rojo

  • Otros, subieron igualmente por el lado opuesto contra los de dentro, prendieron fuego a las torres y, encendiendo hogueras, quemaron vivos a los blasfemos. Aquéllos, entretanto, rompián las puertas, y tras abrir paso al resto del ejército, se apoderaron de la ciudad. (II Macabeos 10, 36)

  • y después de invocar a Dios, el justo juez, se puso en camino contra los asesinos de sus hermanos, incendió por la noche el puerto, quemó las embarcaciones y pasó a cuchillo a los que se habían refugiado allí. (II Macabeos 12, 6)

  • Nicanor pasó algún tiempo en Jerusalén sin hacer nada inoportuno y despidió a las turbas que, en masa, se le habían reunido. (II Macabeos 14, 23)

  • De repente, le sale al paso una mujer, con atavío de ramera y astucia en el corazón. (Proverbios 7, 10)

  • Hay tres cosas de paso gallardo y cuatro de elegante marcha: (Proverbios 30, 29)

  • Paso de una sombra es el tiempo que vivimos, no hay retorno en nuestra muerte; porque se ha puesto el sello y nadie regresa. (Sabiduría 2, 5)

  • Todo aquello pasó como una sombra, como noticia que va corriendo; (Sabiduría 5, 9)

  • como nave que atraviesa las aguas agitadas, y no es posible descubrir la huella de su paso ni el rastro de su quilla en las olas; (Sabiduría 5, 10)

  • como pájaro que volando atraviesa el aire, y de su vuelo no se encuentra vestigio alguno; con el golpe de sus remos azota el aire ligero, lo corta con agudo silbido, se abre camino batiendo las alas y después, no se descubre señal de su paso; (Sabiduría 5, 11)

  • les abrió paso por el mar Rojo y los condujo a través de las inmensas aguas, (Sabiduría 10, 18)

  • o bien la semejanza de algún vil animal. Lo pinta de bermellón, colorea de rojo su cuerpo y salva todos sus defectos bajo la capa de pintura. (Sabiduría 13, 14)

  • Incluso cuando otro espanto no les atemorizara, sobresaltados por el paso de los bichos y el silbido de los reptiles, (Sabiduría 17, 9)


“É difícil tornar-se santo. Difícil, mas não impossível. A estrada da perfeição é longa, tão longa quanto a vida de cada um. O consolo é o repouso no decorrer do caminho. Mas, apenas restauradas as forças, é necessário levantar-se rapidamente e retomar a viagem!” São Padre Pio de Pietrelcina