Encontrados 3548 resultados para: ora

  • los veinticuatro Ancianos se postran ante el que está sentado en el trono y adoran al que vive por los siglos de los siglos, y arrojan sus coronas delante del trono diciendo: (Apocalipsis 4, 10)

  • Y yo lloraba mucho porque no se había encontrado a nadie digno de abrir el libro ni de leerlo. (Apocalipsis 5, 4)

  • Cuando lo tomó, los cuatro Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron delante del Cordero. Tenía cada uno una cítara y copas de oro llenas de perfumes, que son las oraciones de los santos. (Apocalipsis 5, 8)

  • Y los cuatro Vivientes decían: «Amén»; y los Ancianos se postraron para adorar. (Apocalipsis 5, 14)

  • Y todos los Angeles que estaban en pie alrededor del trono de los Ancianos y de los cuatro Vivientes, se postraron delante del trono, rostro en tierra, y adoraron a Dios (Apocalipsis 7, 11)

  • Cuando el Cordero abrió el séptimo sello, se hizo silencio en el cielo, como una media hora... (Apocalipsis 8, 1)

  • Otro Angel vino y se puso junto al altar con un badil de oro. Se le dieron muchos perfumes para que, con las oraciones de todos los santos, los ofreciera sobre el altar de oro colocado delante del trono. (Apocalipsis 8, 3)

  • Y por mano del Angel subió delante de Dios la humareda de los perfumes con las oraciones de los santos. (Apocalipsis 8, 4)

  • tenían corazas como corazas de hierro, y el ruido de sus alas como el estrépito de carros de muchos caballos que corren al combate; (Apocalipsis 9, 9)

  • Y fueron soltados los cuatro Angeles que estaban preparados para la hora, el día, el mes y el año, para matar a la tercera parte de los hombres. (Apocalipsis 9, 15)

  • Así vi en la visión los caballos y a los que los montaban: tenían corazas de color de fuego, de jacinto y de azufre; las cabezas de los caballos como cabezas de león y de sus bocas salía fuego y humo y azufre. (Apocalipsis 9, 17)

  • Pero los demás hombres, los no exterminados por estas plagas, no se convirtieron de las obras de sus manos; no dejaron de adorar a los demonios y a los ídolos de oro, de plata, de bronce, de piedra y de madera, que no pueden ver ni oír ni caminar. (Apocalipsis 9, 20)


“Temos muita facilidade para pedir, mas não para agradecer”. São Padre Pio de Pietrelcina