Encontrados 571 resultados para: nuestro

  • Y, poniéndose en pie, dijo el rey David: «Oídme, hermanos míos y pueblo mío: Había decidido en mi corazón edificar una Casa donde descansasa el arca de la alianza de Yahveh y sirviese de escabel de los pies de nuestro Dios. Ya había hecho yo preparativos para la construcción, (I Crónicas 28, 2)

  • «Ahora, pues, a los ojos de todo Israel, que es la asamblea de Yahveh, y a oídos de nuestro Dios, guardad y meditad todos los mandamientos de Yahveh vuestro Dios, para que podáis poseer esta tierra espléndida y la dejéis como heredad a vuestros hijos después de vosotros para siempre. (I Crónicas 28, 8)

  • Después bendijo David a Yahveh en presencia de toda la asamblea diciendo: «¡Bendito tú, oh Yahveh, Dios de nuestro padre Israel, desde siempre hasta siempre! (I Crónicas 29, 10)

  • Pues bien, oh Dios nuestro, te celebramos y alabamos tu Nombre magnífico. (I Crónicas 29, 13)

  • Yahveh, Dios nuestro, todo este grande acopio que hemos preparado para edificarte una Casa para tu santo Nombre, viene de tu mano y tuyo es todo. (I Crónicas 29, 16)

  • Te hago saber que voy a edificar una Casa al Nombre de Yahveh, mi Dios, para consagrársela, para quemar ante él incienso aromático, para la ofrenda perpetua de los panes presentados, y para los holocaustos de la mañana y de la tarde, de los sábados, novilunios y solemnidades de Yahveh nuestro Dios, como se hace siempre en Israel. (II Crónicas 2, 3)

  • La Casa que voy a edificar será grande, porque nuestro Dios es mayor que todos los dioses. (II Crónicas 2, 4)

  • «Tu padre ha hecho pesado nuestro yugo; ahora tú aligera la dura servidumbre de tu padre y el pesado yugo que puso sobre nosotros y te serviremos.» (II Crónicas 10, 4)

  • Los jóvenes que se habían criado con él le respondieron diciendo: «Esto debes responder al pueblo que te ha dicho: "Tu padre hizo pesado nuestro yugo, ahora tú aligera nuestro yugo", esto debes responder: "Mi dedo meñique es más grueso que los lomos de mi padre. (II Crónicas 10, 10)

  • Cuanto a nosotros, Yahveh es nuestro Dios y no le hemos abandonado; los sacerdotes que sirven a Yahveh son los hijos de Aarón, igual que los levitas en su ministerio. (II Crónicas 13, 10)

  • Cada mañana y cada tarde quemamos holocaustos a Yahveh, y tenemos el incienso aromático; las filas de pan están sobre la mesa pura, y el candelabro de oro con sus lámparas para ser encendidas cada tarde, pues nosotros guardamos el ritual de Yahveh nuestro Dios, en tanto que vosotros le habéis abandonado. (II Crónicas 13, 11)

  • Dijo a Judá: «Edifiquemos estas ciudades, y cerquémoslas de murallas, torres, puertas y barras, mientras el país esté a nuestra disposición; pues hemos buscado a Yahveh, nuestro Dios, y por haberle buscado, él nos ha dado paz por todas partes.» Edificaron, pues y prosperaron. (II Crónicas 14, 6)


“O verdadeiro servo de Deus é aquele que usa a caridade para com seu próximo, que está decidido a fazer a vontade de Deus a todo custo, que vive em profunda humildade e simplicidade”. São Padre Pio de Pietrelcina