Encontrados 225 resultados para: modo

  • Las vestiduras sagradas de Aarón serán, después de él, para sus hijos, de modo que, vestidos con ellas, sean ungidos e investidos. (Exodo 29, 29)

  • Tomó Moisés la Tienda y la plantó para él a cierta distancia fuera del campamento; la llamó Tienda del Encuentro. De modo que todo el que tenía que consultar a Yahveh salía hacia la Tienda del Encuentro, que estaba fuera del campamento. (Exodo 33, 7)

  • Hizo también cincuenta broches de oro, y con los broches enlazó entre sí los tapices, de modo que la Morada vino a formar un espacio único. (Exodo 36, 13)

  • Tejió también piezas de pelo de cabra para que, a modo de tienda, cubrieran la Morada. Tejió once de estas piezas. (Exodo 36, 14)

  • Fabricó para el altar una rejilla de bronce en forma de red, bajo la cornisa inferior, de modo que llegaba hasta la mitad del altar. (Exodo 38, 4)

  • El sebo de animal muerto o destrozado podrá servir para cualquier uso, pero en modo alguno lo comeréis. (Levítico 7, 24)

  • es decir, lo que alcanzan sus recursos, uno como sacrificio por el pecado, y otro como holocausto, además de la oblación. De este modo el sacerdote hará expiación ante Yahveh por aquel que se purifica. (Levítico 14, 31)

  • soltará el pájaro vivo fuera de la ciudad, en el campo. De este modo hará expiación por la casa, la cual quedará pura. (Levítico 14, 53)

  • De este modo ellos ya no seguirán sacrificando sus sacrificios a los sátiros tras los cuales estaban prostituyéndose. Decreto perpetuo será éste para ellos de generación en generación. (Levítico 17, 7)

  • Y no os vomitará la tierra por vuestras impurezas, del mismo modo que vomitó a las naciones anteriores a vosotros; (Levítico 18, 28)

  • Cuando sacrifiquéis a Yahveh un sacrificio de comunión, sacrificadlo de modo que le seáis gratos. (Levítico 19, 5)

  • Al sacrificar a Yahveh un sacrificio de alabanza, lo haréis de tal modo que os sea aceptado. (Levítico 22, 29)


“Há alegrias tão sublimes e dores tão profundas que não se consegue exprimir com palavras. O silêncio é o último recurso da alma, quando ela está inefavelmente feliz ou extremamente oprimida!” São Padre Pio de Pietrelcina