Encontrados 1560 resultados para: mal

  • El la examinó y dijo: «¡Es la túnica de mi hijo! ¡Algún animal feroz le ha devorado! ¡José ha sido despedazado!» (Génesis 37, 33)

  • Er, el primogénito de Judá, fue malo a los ojos de Yahveh, Yahveh le hizo morir. (Génesis 38, 7)

  • Pareció mal a Yahveh lo que hacía y le hizo morir también a él. (Génesis 38, 10)

  • ¿No es él mayor que y o en esta casa? Y sin embargo, no me ha vedado absolutamente nada más que a ti misma, por cuanto eres su mujer. ¿Cómo entonces voy a hacer este mal tan grande, pecando contra Dios?» (Génesis 39, 9)

  • Preguntó, pues, a los eunucos de Faraón, que estaban con él en presidio en casa de su señor: «¿Por qué tenéis hoy mala cara?» (Génesis 40, 7)

  • Pero he aquí que detrás de aquéllas subían del río otras siete vacas, de mal aspecto y macilentas, las cuales se pararon cabe las otras vacas en la margen del río, (Génesis 41, 3)

  • y las vacas de mal aspecto y macilentas se comieron a las siete vacas hermosas y lustrosas. Entonces Faraón se despertó. (Génesis 41, 4)

  • Pero he aquí que otras siete vacas subían detrás de aquéllas, de muy ruin y mala catadura y macilentas, que jamás vi como aquéllas en toda la tierra de Egipto, de tan malas. (Génesis 41, 19)

  • Y las siete vacas macilentas y malas se comieron a las siete vacas primeras, las lustrosas. (Génesis 41, 20)

  • Pero una vez que las tuvieron dentro, ni se conocía que las tuviesen, pues su aspecto seguía tan malo como al principio. Entonces me desperté, (Génesis 41, 21)

  • Y las siete vacas macilentas y malas que subían después de aquéllas, son siete años; e igualmente las siete espigas flacas y asolanadas, es que habrá siete años de hambre. (Génesis 41, 27)

  • José vio con ellos a Benjamin, y dijo a su mayordomo: «Lleva a esos hombres a casa, mata algún animal y lo preparas, porque esos hombres van a comer conmigo a mediodía.» (Génesis 43, 16)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina