Encontrados 200 resultados para: llanura de Moab

  • Yahveh me dijo: «No ataques a Moab, no le provoques al combate, pues yo no te daré nada de su país, ya que Ar se la he dado en posesión a los hijos de Lot. (Deuteronomio 2, 9)

  • «Vas a pasar hoy la frontera de Moab, por Ar, (Deuteronomio 2, 18)

  • Estas son las palabras de la alianza que Yahveh mandó a Moisés concluir con los israelitas en el país de Moab, aparte de la alianza que había concluido con ellos en el Horeb. (Deuteronomio 28, 69)

  • «Sube a esa montaña de los Abarim, al monte Nebo que está en el país de Moab, frente a Jericó, y contempla la tierra de Canaán que yo doy en propiedad a los israelitas. (Deuteronomio 32, 49)

  • Moisés subió de las Estepas de Moab al monte Nebo, cumbre del Pisgá, frente a Jericó, y Yahveh le mostró la tierra entera: Galaad hasta Dan, (Deuteronomio 34, 1)

  • Allí murió Moisés, servidor de Yahveh, en el país de Moab, como había dispuesto Yahveh. (Deuteronomio 34, 5)

  • Le enterró en el Valle, en el País de Moab, frente a Bet Peor. Nadie hasta hoy ha conocido su tumba. (Deuteronomio 34, 6)

  • Los israelitas lloraron a Moisés treinta días en las Estepas de Moab; cumplieron así los días de llanto por el duelo de Moisés. (Deuteronomio 34, 8)

  • Pasaron unos 40.000 guerreros armados, dispuestos al combate, delante de Yahveh, hacia la llanura de Jericó. (Josué 4, 13)

  • la tierra desde Aroer, que está a orillas del torrente Arnón, y la ciudad que está en medio de la vaguada: y toda la llanura desde Medbá hasta Dibón; (Josué 13, 9)

  • Esto fue lo que repartió en heredad Moisés en las Estepas de Moab, al otro lado del Jordán, al oriente de Jericó. (Josué 13, 32)

  • Los hijos de José respondieron: «La montaña no nos basta, y todos los cananeos que habitan en el llano tienen carros de hierro, lo mismo los de Bet Seán y sus filiales que los de la llanura de Yizreel.» (Josué 17, 16)


“Não se desencoraje se você precisa trabalhar muito para colher pouco. Se você pensasse em quanto uma só alma custou a Jesus, você nunca reclamaria!” São Padre Pio de Pietrelcina