Encontrados 175 resultados para: Venido

  • Luego se dijeron unos a otros: «Ea, echemos a suertes para saber por culpa de quién nos ha venido este mal.» Echaron a suertes, y la suerte cayó en Jonás. (Jonás 1, 7)

  • Entonces le dijeron: «Anda, indícanos tú, por quien nos ha venido este mal, cuál es tu oficio y de dónde vienes, cuál es tu país y de qué pueblo eres.» (Jonás 1, 8)

  • ¡Ay de mí, que he venido a ser como en las recolecciones de verano, como en las rebuscas de la vendimia! ¡Ni un racimo que comer, ni una breva que tanto desea mi alma! (Miqueas 7, 1)

  • Y dije: «¿Qué vienen a hacer éstos?» El habló y dijo: «(Aquellos son los cuernos que dispersaron a Judá, hasta que nadie osó levantar cabeza.) Y éstos han venido a espantarlos (a abatir los cuernos de las naciones que alzaron el cuerno contra la tierra de Judá para dispersarla).» (Zacarías 2, 4)

  • Y todos los supervivientes de todas las naciones que hayan venido contra Jerusalén subirán de año en año a postrarse ante el Rey Yahveh Sebaot y a celebrar la fiesta de las Tiendas. (Zacarías 14, 16)

  • diciendo: «¿Dónde está el Rey de los judíos que ha nacido? Pues vimos su estrella en el Oriente y hemos venido a adorarle.» (Mateo 2, 2)

  • «No penséis que he venido a abolir la Ley y los Profetas. No he venido a abolir, sino a dar cumplimiento. (Mateo 5, 17)

  • Y se pusieron a gritar: «¿Qué tenemos nosotros contigo, Hijo de Dios? ¿Has venido aquí para atormentarnos antes de tiempo?» (Mateo 8, 29)

  • Id, pues, a aprender qué significa aquello de: Misericordia quiero, que no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores.» (Mateo 9, 13)

  • «No penséis que he venido a traer paz a la tierra. No he venido a traer paz, sino espada. (Mateo 10, 34)

  • Sí, he venido a enfrentar al hombre con su padre, a la hija con su madre, a la nuera con su suegra; (Mateo 10, 35)

  • de la misma manera que el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida como rescate por muchos.» (Mateo 20, 28)


“Onde não há obediência, não há virtude. Onde não há virtude, não há bem, não há amor; e onde não há amor, não há Deus; e sem Deus não se chega ao Paraíso. Tudo isso é como uma escada: se faltar um degrau, caímos”. São Padre Pio de Pietrelcina