Encontrados 157 resultados para: Subió

  • Elías respondió: «Dame tu hijo.» El lo tomó de su regazo y subió a la habitación de arriba donde él vivía, y lo acostó en su lecho; (I Reyes 17, 19)

  • Subió Ajab a comer y beber, mientras que Elías subía a la cima del Carmelo, y se encorvó hacia la tierra poniendo su rostro entre las rodillas. (I Reyes 18, 42)

  • Dijo a su criado : «Sube y mira hacia el mar.» Subió, miró y dijo: «No hay nada.» El dijo: «Vuelve.» Y esto siete veces. (I Reyes 18, 43)

  • Ben Hadad, rey de Aram, reunió todo su ejército. Tenía consigo 32 reyes, caballos y carros. Subió y puso sitio a Samaría y la atacó. (I Reyes 20, 1)

  • A la vuelta del año, Ben Hadad pasó revista a los arameos y subió a Afeq para luchar contra Israel. (I Reyes 20, 26)

  • Le envió un jefe de cincuenta con sus cincuenta hombres, que subió a donde él; estaba él sentado en la cumbre de la montaña, y le dijo: «Hombre de Dios, el rey manda que bajes.» (II Reyes 1, 9)

  • Volvió a enviarle otro jefe de cincuenta, que subió y le dijo: «Hombre de Dios. Así dice el rey: Apresúrate a bajar.» (II Reyes 1, 11)

  • Iban caminando mientras hablaban, cuando un carro de fuego con caballos de fuego se interpuso entre ellos; y Elías subió al cielo en el torbellino. (II Reyes 2, 11)

  • De allí subió a Betel. Iba subiendo por el camino, cuando unos niños pequeños salieron de la ciudad y se burlaban de él diciendo: «¡Sube, calvo; sube, calvo!» (II Reyes 2, 23)

  • Subió y le acostó sobre el lecho del hombre de Dios, cerró tras el niño y salió. (II Reyes 4, 21)

  • Subió luego y se acostó sobre el niño, y puso su boca sobre la boca de él, sus ojos sobre los ojos, sus manos sobre las manos, se recostó sobre él y la carne del niño entró en calor. (II Reyes 4, 34)

  • Sucedió después de esto que Ben Hadad, rey de Aram, reunió todas sus tropas y subió y puso sitio a Samaría. (II Reyes 6, 24)


“Não há nada mais inaceitável do que uma mulher caprichosa, frívola e arrogante, especialmente se é casada. Uma esposa cristã deve ser uma mulher de profunda piedade em relação a Deus, um anjo de paz na família, digna e agradável em relação ao próximo.” São Padre Pio de Pietrelcina