Encontrados 259 resultados para: Sacrificio

  • No trates de corromperle con presentes, porque no los acepta, no te apoyes en sacrificio injusto. (Eclesiástico 35, 11)

  • Como grasa puesta aparte en el sacrificio de comunión, así David de entre los hijos de Israel. (Eclesiástico 47, 2)

  • «¿A mí qué, tanto sacrificio vuestro? - dice Yahveh -. Harto estoy de holocaustos de carneros y de sebo de cebones; y sangre de novillos y machos cabríos no me agrada, (Isaías 1, 11)

  • Será conocido Yahveh de Egipto, y conocerá Egipto a Yahveh aquel día, le servirán con sacrificio y ofrenda, harán votos a Yahveh y los cumplirán. (Isaías 19, 21)

  • La espada de Yahveh está llena de sangre, engrasada de sebo, de sangre de carneros y machos cabríos, de sebo de riñones de carneros, porque tiene Yahveh un sacrificio en Bosrá, y gran matanza en Edom. (Isaías 34, 6)

  • Sobre montaña alta y empinada pusiste tu lecho. Hasta allí subiste a hacer el sacrificio. (Isaías 57, 7)

  • Que cuando yo saqué a vuestros padres del país de Egipto, no les hablé ni les mandé nada tocante a holocausto y sacrificio. (Jeremías 7, 22)

  • y a los sacerdotes levíticos no les faltará quien en presencia mía eleve holocaustos y queme incienso de oblación y haga sacrificio cada día. (Jeremías 33, 18)

  • En cuanto a ti, hijo de hombre, así dice el Señor Yahveh: Di a los pájaros de todas clases y a todas las fieras del campo: Congregaos, venid, reuníos de todas partes para el sacrificio que yo os ofrezco, un gran sacrificio sobre los montes de Israel; comeréis carne y beberéis sangre. (Ezequiel 39, 17)

  • Comeréis grasa hasta la saciedad y beberéis sangre hasta la embriaguez, en este sacrificio que yo os brindo. (Ezequiel 39, 19)

  • Y en el vestíbulo del pórtico había, a cada lado, dos mesas para inmolar sobre ellas el holocausto, el sacrificio por el pecado y el sacrificio de expiación. (Ezequiel 40, 39)

  • Además cuatro mesas para el holocausto, de piedra de sillería, de codo y medio de largo, codo y medio de ancho y un codo de alto, sobre las cuales se colocaban los instrumentos con los que se inmolaba el holocausto y el sacrificio. (Ezequiel 40, 42)


“As almas não são oferecidas como dom; compram-se. Vós ignorais quanto custaram a Jesus. É sempre com a mesma moeda que é preciso pagá-las”. São Padre Pio de Pietrelcina