Encontrados 259 resultados para: Sacrificio

  • Mientras se consumía el sacrificio, los sacerdotes hacían oración: todos los sacerdotes con Jonatán que comenzaba, y los demás, como Nehemías, respondían. (II Macabeos 1, 23)

  • acepta el sacrificio por todo tu pueblo Israel, guarda tu heredad y santifícala. (II Macabeos 1, 26)

  • Cuando fue consumido el sacrificio, Nehemías mandó derramar el líquido sobrante sobre unas grandes piedras. (II Macabeos 1, 31)

  • Cuando el hecho se divulgó y se refirió al rey de los persas que en el lugar donde los sacerdotes deportados habían escondido el fuego, había aparecido aquel líquido con el que habían santificado las ofrendas del sacrificio Nehemías y sus compañeros, (II Macabeos 1, 33)

  • Se explicaba también cómo éste, dotado de sabiduría, ofreció el sacrificio de la dedicación y la terminación del Templo. (II Macabeos 2, 9)

  • Como Moisés oró al Señor y bajó del cielo fuego, que devoró las ofrendas del sacrificio, así también oró Salomón y bajó fuego que consumió los holocaustos. (II Macabeos 2, 10)

  • Temiendo el sumo sacerdote que acaso el rey sospechara que los judíos hubieran perpetrado alguna fechoría contra Heliodoro, ofreció un sacrificio por la salud de aquel hombre. (II Macabeos 3, 32)

  • Mientras el sumo sacerdote ofrecía el sacrificio de expiación, se aparecieron otra vez a Heliodoro los mismos jóvenes, vestidos con la misma indumentaria y en pie le dijeron: «Da muchas gracias al sumo sacerdote Onías, pues por él te concede el Señor la gracia de vivir; (II Macabeos 3, 33)

  • Heliodoro, habiendo ofrecido al Señor un sacrificio y tras haber orado largamente al que le había concedido la vida, se despidió de Onías y volvió con sus tropas donde el rey. (II Macabeos 3, 35)

  • el impuro Jasón envió embajadores, como Antioquenos de Jerusalén, que llevaban consigo trescientas dracmas de plata para el sacrificio de Hércules. Pero los portadores prefirieron, dado que no convenía, no emplearlas en el sacrificio, sino en otros gastos. (II Macabeos 4, 19)

  • Y así, el dinero que estaba destinado por voluntad del que lo enviaba, al sacrificio de Hércules, se empleó por deseo de los portadores, en la construcción de las trirremes. (II Macabeos 4, 20)

  • Los que estaban encargados del banquete sacrificial contrario a la Ley, tomándole aparte en razón del conocimiento que de antiguo tenían con este hombre, le invitaban a traer carne preparada por él mismo, y que le fuera lícita; a simular como si comiera la mandada por el rey, tomada del sacrificio, (II Macabeos 6, 21)


“Quanto mais te deixares enraizar na santa humildade, tanto mais íntima será a comunicação da tua alma com Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina