Encontrados 425 resultados para: Primer Libro de Samuel

  • El primer hombre, salido de la tierra, es terreno; el segundo, viene del cielo. (I Corintios 15, 47)

  • Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros reserve en su casa lo que haya podido ahorrar, de modo que no se hagan las colectas cuando llegue yo. (I Corintios 16, 2)

  • El nos libró de tan mortal peligro, y nos librará; en él esperamos que nos seguirá librando, (II Corintios 1, 10)

  • Porque todos los que viven de las obras de la ley incurren en maldición. Pues dice la Escritura: Maldito todo el que no se mantenga en la práctica de todos los preceptos escritos en el libro de la Ley. (Gálatas 3, 10)

  • Honra a tu padre y a tu madre, tal es el primer mandamiento que lleva consigo una promesa: (Efesios 6, 2)

  • a causa de la colaboración que habéis prestado al Evangelio, desde el primer día hasta hoy; (Filipenses 1, 5)

  • También te ruego a ti, Sícigo, verdadero «compañero», que las ayudes, ya que lucharon por el Evangelio a mi lado, lo mismo que Clemente y demás colaboradores míos, cuyos nombres están en el libro de la vida. (Filipenses 4, 3)

  • El nos libró del poder de las tinieblas y nos trasladó al Reino del Hijo de su amor, (Colosenses 1, 13)

  • El Señor mismo, a la orden dada por la voz de un arcángel y por la trompeta de Dios, bajará del cielo, y los que murieron en Cristo resucitarán en primer lugar. (I Tesalonicenses 4, 16)

  • en mis persecuciones y sufrimientos, como los que soporté en Antioquía, en Iconio, en Listra. ¡Qué persecuciones hube de sufrir! Y de todas me libró el Señor. (II Timoteo 3, 11)

  • al cual dio Abraham el diezmo de todo, y cuyo nombre significa, en primer lugar, «rey de justicia» y, además, rey de Salem, es decir, «rey de paz», (Hebreos 7, 2)

  • Pues Moisés, después de haber leído a todo el pueblo todos los preceptos según la Ley, tomó la sangre de los novillos y machos cabríos con agua, lana escarlata e hisopo, y roció el libro mismo y a todo el pueblo (Hebreos 9, 19)


“Jesus e a sua alma devem cultivar a vinha de comum acordo.” São Padre Pio de Pietrelcina