Encontrados 165 resultados para: Piedras

  • como fuego e incienso en el incensario, como vaso de oro macizo adornado de toda clase de piedras preciosas, (Eclesiástico 50, 9)

  • y se meterá en los agujeros de las peñas y en las hendiduras de las piedras, lejos de la presencia pavorosa de Yahveh y del esplendor de su majestad, cuando él se alce para hacer temblar la tierra. (Isaías 2, 21)

  • Pero tú has sido arrojado fuera de tu sepulcro, como un brote abominable, recubierto de muertos acuchillados, arrojados sobre las piedras de la fosa, como cadáver pisoteado. (Isaías 14, 19)

  • En verdad, con esto sería expiada la culpa de Jacob, y éste sería todo el fruto capaz de apartar su pecado; dejar todas las piedras que le sirven de ara de altar como piedras de cal desmenuzadas. Cipos y estelas del sol no se erigirán, (Isaías 27, 9)

  • Pobrecilla, azotada por los vientos, no consolada, mira que yo asiento en carbunclos tus piedras y voy a cimentarte con zafiros. (Isaías 54, 11)

  • Haré de rubí tus baluartes, tus puertas de piedras de cuarzo y todo tu término de piedras preciosas. (Isaías 54, 12)

  • En las piedras lisas del torrente tengas tu parte: ¡ellas, ellas te toquen en suerte! Que también sobre ellas vertiste libaciones, hiciste oblación. ¿Acaso con estas cosas me voy a aplacar? (Isaías 57, 6)

  • En vez de bronce traeré oro, en vez de hierro traeré plata, en vez de madera, bronce, y en vez de piedras, hierro. Te pondré como gobernantes la Paz, y por gobierno la Justicia. (Isaías 60, 17)

  • ¡Pasad, pasad por las puertas! ¡Abrid camino al pueblo! ¡Reparad, reparad el camino, y limpiadlo de piedras! ¡Izad pendón hacia los pueblos! (Isaías 62, 10)

  • Voy a hacer de Jerusalén un montón de piedras, guarida de chacales, y de las ciudades de Judá haré una soledad sin ningún habitante. (Jeremías 9, 10)

  • Toma en tus manos piedras grandes, y las hundes en el cemento de la terraza que hay a la entrada del palacio de Faraón en Tafnis, a vista de los judíos, (Jeremías 43, 9)

  • y les dices: Así dice Yahveh Sebaot, el Dios de Israel: He aquí que yo mando en busca de mi siervo Nabucodonosor, rey de Babilonia, y pondrá su sede por encima de estas piedras que he enterrado, y desplegaré su pabellón sobre ellas. (Jeremías 43, 10)


“O demônio é forte com quem o teme, mas é fraquíssimo com quem o despreza.” São Padre Pio de Pietrelcina