Encontrados 1516 resultados para: Padre Nuestro

  • Jacob, por su parte, se estableció en el que fue país residencial de su padre, el país de Canaán. (Génesis 37, 1)

  • Esta es la historia de Jacob. José tenía diecisiete años. Estaba de pastor de ovejas con sus hermanos - él, muchacho todavía, con los hijos de Bilhá y los de Zilpá, mujeres de su padre. Y José comunicó a su padre lo mal que se hablaba de ellos. (Génesis 37, 2)

  • Vieron sus hermanos cómo le prefería su padre a todos sus otros hijos, y le aborrecieron hasta el punto de no poder ni siquiera saludarle. (Génesis 37, 4)

  • Se lo contó a su padre y a sus hermanos, y su padre le reprendió y le dijo: «¿Qué sueño es ése que has tenido? ¿Es que yo, tu madre y tus hermanos vamos a venir a inclinarnos ante ti hasta el suelo?» (Génesis 37, 10)

  • Sus hermanos le tenían envidia, mientras que su padre reflexionaba. (Génesis 37, 11)

  • Fueron sus hermanos a apacentar las ovejas de su padre en Siquem, (Génesis 37, 12)

  • Rubén les dijo: «No derraméis sangre. Echadle a ese pozo que hay en el páramo, pere no pongáis la mano sobre él.» Su intención era de salvarle de sus hermanos para devolverle a su padre. (Génesis 37, 22)

  • Entonces dijo Judá a sus hermanos: «¿Qué aprovecha el que asesinemos a nuestro hermano y luego tapemos su sangre? (Génesis 37, 26)

  • Venid vamos a venderle a los ismaelitas, pero no pongamos la mano en él, porque es nuestro hermano, carne nuestra.» Y sus hermanos asintieron. (Génesis 37, 27)

  • y enviaron la túnica de manga larga, haciéndola llegar hasta su padre con este recado: «Esto hemos encontrado: examina si se trata de la túnica de tu hijo, o no.» (Génesis 37, 32)

  • Todos sus hijos e hijas acudieron a consolarle, pero él rehusaba consolarse y decía: «Voy a bajar en duelo al seol donde mi hijo.» Y su padre le lloraba. (Génesis 37, 35)

  • Entonces dijo Judá a su nuera Tamar: «Quédate como viuda en casa de tu padre hasta que crezca mi hijo Selá.» Pues se decía: «Por si acaso muere también él, lo mismo que sus hermanos.» Tamar se fue y quedó en casa de su padre. (Génesis 38, 11)


“Não abandone sua alma à tentação, diz o Espírito Santo, já que a alegria do coração é a vida da alma e uma fonte inexaurível de santidade.” São Padre Pio de Pietrelcina