Encontrados 679 resultados para: País

  • El uno se llama Pisón: es el que rodea todo el país de Javilá, donde hay oro. (Génesis 2, 11)

  • El oro de aquel país es fino. Allí se encuentra el bedelio y el ónice. (Génesis 2, 12)

  • El segundo río se llama Guijón: es el que rodea el país de Kus. (Génesis 2, 13)

  • Caín salió de la presencia de Yahveh, y se estableció en el país de Nod, al oriente de Edén. (Génesis 4, 16)

  • Al desplazarse la humanidad desde oriente, hallaron una vega en el país de Senaar y allí se establecieron. (Génesis 11, 2)

  • Harán murió en vida de su padre Téraj, en su país natal, Ur de los caldeos. (Génesis 11, 28)

  • y Abram atravesó el país hasta el lugar sagrado de Siquem, hasta la encina de Moré. Por entonces estaban los cananeos en el país. (Génesis 12, 6)

  • Hubo hambre en el país, y Abram bajó a Egipto a pasar allí una temporada, pues el hambre abrumaba al país. (Génesis 12, 10)

  • Hubo riña entre los pastores del ganado de Abram y los del ganado de Lot. (Además los cananeos y los perizitas habitaban por entonces en el país.) (Génesis 13, 7)

  • ¿No tienes todo el país por delante? Pues bien, apártate de mi lado. Si tomas por la izquierda, yo iré por la derecha; y si tú por la derecha, yo por la izquierda.» (Génesis 13, 9)

  • Levántate, recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo he de dar.» (Génesis 13, 17)

  • Yo te daré a ti y a tu posteridad la tierra en que andas como peregrino, todo el país de Canaán, en posesión perpetua, y yo seré el Dios de los tuyos.» (Génesis 17, 8)


“Pobres e desafortunadas as almas que se envolvem no turbilhão de preocupações deste mundo. Quanto mais amam o mundo, mais suas paixões crescem, mais queimam de desejos, mais se tornam incapazes de atingir seus objetivos. E vêm, então, as inquietações, as impaciências e terríveis sofrimentos profundos, pois seus corações não palpitam com a caridade e o amor. Rezemos por essas almas desafortunadas e miseráveis, para que Jesus, em Sua infinita misericórdia, possa perdoá-las e conduzi-las a Ele.” São Padre Pio de Pietrelcina