Encontrados 301 resultados para: Hija

  • Esta es la palabra que Yahveh pronuncia contra él: Ella te desprecia, ella te hace burla, la virgen hija de Sión. Mueve la cabeza a tus espaldas, la hija de Jerusalén. (II Reyes 19, 21)

  • Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar y reinó dos años en Jerusalén; el nombre de su madre era Mesullémet, hija de Jarús de Yotbá. (II Reyes 21, 19)

  • Josías tenía ocho años cuando comenzó a reinar y reinó 31 años en Jerusalén; el nombre de su madre era Yedidá, hija de Adías, de Boscat. (II Reyes 22, 1)

  • Profanó el Tofet del valle de Ben Hinnom, para que nadie hiciera pasar por el fuego a su hijo o a su hija en honor de Mólek. (II Reyes 23, 10)

  • Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a reinar y reinó tres meses en Jerusalén; el nombre de su madre era Jamital, hija de Jeremías, de Libná. (II Reyes 23, 31)

  • Veinticinco años tenía Yoyaquim cuando comenzó a reinar y reinó once años en Jerusalén; el nombre de su madre era Zebida, hija de Pedaías de Rumá. (II Reyes 23, 36)

  • Dieciocho años tenía Joaquín cuando comenzó a reinar y reinó tres meses en Jerusalén; el nombre de su madre era Nejustá, hija de Elnatán, de Jerusalén. (II Reyes 24, 8)

  • Veintiún años tenía Sedecías cuando comenzó a reinar y reinó once años en Jerusalén; el nombre de su madre era Jamital, hija de Jeremías, de Libná. (II Reyes 24, 18)

  • Murió Baal Janán y reinó en su lugar Hodad. El nombre de su ciudad era Paí, y el de su mujer Mehetabel, hija de Matred, hija de Mezahab. (I Crónicas 1, 50)

  • Después se unió Jesrón a la hija de Makir, padre de Galaad. Tenía él sesenta años cuando la tomó por mujer; y le dijo a luz a Segub. (I Crónicas 2, 21)

  • Y dio Sesán una hija suya a su siervo Yarjá por esposa, la cual le engendró a Attay, (I Crónicas 2, 35)

  • Engendró también a Sáaf, padre de Madmanná, y a Sevá, padre de Makdená y padre de Guibeá. Hija de Caleb fue Aksá. (I Crónicas 2, 49)


“O Santo Sacrifício da Missa é o sufrágio mais eficaz, que ultrapassa todas as orações, as boas obras e as penitências. Infalivelmente produz seu efeito para vantagem das almas por sua virtude própria e imediata.” São Padre Pio de Pietrelcina