Encontrados 132 resultados para: Esos

  • Llegado el día, los pretores enviaron a los lictores a decir al carcelero: «Pon en libertad a esos hombres.» (Hechos 16, 35)

  • Al no encontrarlos, arrastraron a Jasón y a algunos hermanos ante los magistrados de la ciudad gritando: «Esos que han revolucionado todo el mundo se han presentado también aquí, (Hechos 17, 6)

  • que no son justos delante de Dios los que oyen la ley, sino los que la cumplen: ésos serán justificados. (Romanos 2, 13)

  • Y ¿por qué no hacer el mal para que venga el bien, como algunos calumniosamente nos acusan que decimos? Esos tales tienen merecida su condenación. (Romanos 3, 8)

  • y a los que predestinó, a ésos también los justificó; a los que justificó, a ésos también los glorificó. (Romanos 8, 30)

  • pues esos tales no sirven a nuestro Señor Jesucristo, sino a su propio vientre, y, por medio de suaves palabras y lisonjas, seducen los corazones de los sencillos. (Romanos 16, 18)

  • Mas iré pronto donde vosotros, si es la voluntad del Señor; entonces conoceré no la palabrería de esos orgullosos, sino su poder, (I Corintios 4, 19)

  • ¡No!, os escribí que no os relacionarais con quien, llamándose hermano, es impuro, avaro, idólatra, ultrajador, borracho o ladrón. Con ésos ¡ni comer! (I Corintios 5, 11)

  • Mas yo, de ninguno de esos derechos he hecho uso. Y no escribo esto para que se haga así conmigo. ¡Antes morir que...! Mi timbre de gloria ¡nadie lo eliminará! (I Corintios 9, 15)

  • Sin embargo, no me juzgo en nada inferior a esos «superapóstoles». (II Corintios 11, 5)

  • Porque esos tales son unos falsos apóstoles, unos trabajadores engañosos, que se disfrazan de apóstoles de Cristo. (II Corintios 11, 13)

  • ¡Vedme aquí hecho un loco! Vosotros me habéis obligado. Pues vosotros debíais recomendarme, porque en nada he sido inferior a esos «superapóstoles», aunque nada soy. (II Corintios 12, 11)


“A sua função é tirar e transportar as pedras, e arrancar os espinhos. Jesus é quem semeia, planta, cultiva e rega. Mas seu trabalho também é obra de Jesus. Sem Ele você nada pode fazer.” São Padre Pio de Pietrelcina