Encontrados 119 resultados para: �Vive

  • Envió el rey a llamar a Semeí y le dijo: «Hazte una casa en Jerusalén y vive en ella y no salgas ni acá ni allá. (I Reyes 2, 36)

  • Elías tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: «Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo. No habrá estos años rocío ni lluvia más que cuando mi boca lo diga.» (I Reyes 17, 1)

  • Ella dijo: «Vive Yahveh tu Dios, no tengo nada de pan cocido: sólo tengo un puñado de harina en la tinaja y un poco de aceite en la orza. Estoy recogiendo dos palos, entraré y lo prepararé para mí y para mi hijo, lo comeremos y moriremos.» (I Reyes 17, 12)

  • Tomó Elías al niño, lo bajó de la habitación de arriba de la casa y se lo dio a su madre. Dijo Elías: «Mira, tu hijo vive.» (I Reyes 17, 23)

  • ¡Vive Yahveh tu Dios! No hay nación o reino donde no haya mandado a buscarte mi señor, y cuando decían: "No está aquí", hacía jurar a la nación o al reino que no te había encontrado. (I Reyes 18, 10)

  • Respondió Elías: «¡Vive Yahveh Sebaot a quien sirvo! Hoy me presentaré a él.» (I Reyes 18, 15)

  • Se ciñeron sayales a sus lomos y cuerdas sobre sus cabezas y fueron al rey de Israel y le dijeron: «Tu siervo Ben Hadad dice: Que pueda yo conservar mi vida.» El respondió: «¿Vive aún? ¡Es mi hermano!» (I Reyes 20, 32)

  • Cuando Jezabel oyó que Nabot había sido apedreado y muerto, dijo a Ajab: «Levántate, toma posesión de la viña de Nabot, el de Yizreel, el que se negó a dártela por dinero, pues Nabot ya no vive, ha muerto.» (I Reyes 21, 15)

  • Miqueas respondió: «¡Vive Yahveh!, lo que Yahveh me diga, eso anunciaré.» (I Reyes 22, 14)

  • Dijo Elías a Eliseo: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía a Betel.» Eliseo dijo: «Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré.» Y bajaron a Betel. (II Reyes 2, 2)

  • Elías dijo a Eliseo: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía a Jericó.» Pero él respondió: «Vive Yahveh y vive tu alma, que no te dejaré», y siguieron hacia Jericó. (II Reyes 2, 4)

  • Le dijo Elías: «Quédate aquí, porque Yahveh me envía al Jordán.» Respondió: «Vive Yahveh y vive tu alma que no te dejaré», y fueron los dos. (II Reyes 2, 6)


“Pense na felicidade que está reservada para nós no Paraíso”. São Padre Pio de Pietrelcina