Encontrados 294 resultados para: �Hemos

  • Dijeron los israelitas a Moisés: «¡Estamos perdidos! ¡Hemos perecido! ¡Todos hemos perecido! (Números 17, 27)

  • Envió Moisés mensajeros desde Cadés: «Al rey de Edom. Así dice tu hermano Israel: Ya sabes por qué gran calamidad hemos pasado. (Números 20, 14)

  • El pueblo fue a decirle a Moisés: «Hemos pecado por haber hablado contra Yahveh y contra ti. Intercede ante Yahveh para que aparte de nosotros las serpientes,» Moisés intercedió por el pueblo. (Números 21, 7)

  • Su posteridad ha perecido, desde Jesbón hasta Dibón, y hemos dado fuego desde Nofaj hasta Mádaba. (Números 21, 30)

  • Y añadieron: «Si hemos hallado gracia a tus ojos, que se nos dé esta tierra a tus siervos en propiedad; no nos hagas pasar el Jordán.» (Números 32, 5)

  • Pero todos vosotros os acercasteis a decirme: «Enviemos delante de nosotros hombres para que exploren el país y nos den noticias sobre el camino por donde hemos de subir y sobre las ciudades en que podemos entrar.» (Deuteronomio 1, 22)

  • ¿Adónde vamos a subir? Nuestros hermanos nos han descorazonado al decir: Es un pueblo más grande y corpulento que nosotros, las ciudades son grandes y sus murallas llegan hasta el cielo. Y hasta anaquitas hemos visto allí.» (Deuteronomio 1, 28)

  • Vosotros me respondisteis: «Hemos pecado contra Yahveh nuestro Dios. Subiremos y combatiremos como Yahveh nuestro Dios nos ha mandado.» Ceñísteis cada uno vuestras armas y creísteis fácil subir a la montaña. (Deuteronomio 1, 41)

  • y dijisteis: «Mira, Yahveh nuestro Dios nos ha mostrado su gloria y su grandeza y hemos óido su voz de en medio del fuego. Hemos visto en este día que puede Dios hablar al hombre y seguir éste con vida. (Deuteronomio 5, 24)

  • Pero ahora, ¿por qué hemos de morir? - porque este fuego nos va a devorar -; si seguimos oyendo la voz de Yahveh nuestro Dios, moriremos. (Deuteronomio 5, 25)

  • Pues vosotros sabéis cómo vivíamos en Egipto, y cómo hemos pasado por las naciones por las que habéis pasado. (Deuteronomio 29, 15)

  • porque nos hemos enterado de cómo Yahveh secó las aguas del mar de Suf delante de vosotros a vuestra salida de Egipto, y lo que habéis hecho con los dos reyes amorreos del otro lado del Jordán, Sijón y Og, a quienes consagrasteis al anatema. (Josué 2, 10)


“Amemos ao próximo. Custa tão pouco querer bem ao outro.” São Padre Pio de Pietrelcina