Encontrados 135 resultados para: volver

  • Tobías insistió: "No, por favor. Déjame volver al lado de mi padre". (Tobías 10, 9)

  • Ana estaba sentada con la mirada fija en el camino por donde debía volver su hijo. (Tobías 11, 5)

  • Pero Dios volverá a compadecerse de ellos y los hará volver a la tierra de Israel. Ellos reconstruirán su Casa, aunque no como la primera, hasta que se cumpla el tiempo señalado. Entonces volverán todos del destierro y reconstruirán Jerusalén con toda su magnificencia. La Casa de Dios será reconstruida en ella, como lo anunciaron los profetas de Israel. (Tobías 14, 5)

  • Los otros israelitas, por su parte, al volver de la matanza, se apoderaron del resto; y lo mismo hicieron los habitantes de los poblados y caseríos, tanto los de la montaña como los de la llanura: todos se apoderaron de abundantes despojos, porque los había en cantidades fabulosas. (Judit 15, 7)

  • antes que me vaya, para no volver, a la región de las tinieblas y las sombras, (Job 10, 21)

  • Pero él ya decidió: ¿quién lo hará volver atrás? Lo que él desea, lo hace. (Job 23, 13)

  • ¡Si pudiera volver a los tiempos pasados, a los días en que Dios cuidaba de mí, (Job 29, 2)

  • para hacer volver su vida de la Fosa e iluminarlo con la luz de los vivientes. (Job 33, 30)

  • le opusieron resistencia. Él tuvo que huir y se retiró de allí muy amargado para volver a Babilonia. (I Macabeos 6, 4)

  • Al volver a Jerusalén, Báquides comenzó a fortificar algunas ciudades en Judea: las fortalezas de Jericó, Emaús, Betjorón, Betel, Tamnatá, Faratón y Tefón, protegiéndolas con altas murallas, puertas y cerrojos. (I Macabeos 9, 50)

  • Todos los renegados se confabularon diciendo: "Jonatán y los suyos viven tranquilos y confiados. Hagamos volver a Báquides, para que los arreste a todos en una sola noche". (I Macabeos 9, 58)

  • Por eso se enfureció contra los renegados que le habían aconsejado regresar al país y mandó ejecutar a muchos de ellos. Después decidió volver a su país. (I Macabeos 9, 69)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina