Encontrados 211 resultados para: visto

  • Ustedes cansan al Señor con sus palabras, y dicen: "¿En qué lo cansamos?". Cuando ustedes dicen: "Todo el que obra mal es bien visto por el Señor, y él se complace en ellos", o también: "¿Dónde está el Dios de la justicia?". (Malaquías 2, 17)

  • Después de oír al rey, ellos partieron. La estrella que habían visto en Oriente los precedía, hasta que se detuvo en el lugar donde estaba el niño. (Mateo 2, 9)

  • Él se levantó en seguida, tomó su camilla y salió a la vista de todos. La gente quedó asombrada y glorificaba a Dios, diciendo: «Nunca hemos visto nada igual». (Marcos 2, 12)

  • porque todos lo habían visto y estaban sobresaltados. Pero él les habló en seguida y les dijo: «Tranquilícense, soy yo; no teman». (Marcos 6, 50)

  • Y les decía: «Les aseguro que algunos de los que están aquí presentes no morirán antes de haber visto que el Reino de Dios ha llegado con poder». (Marcos 9, 1)

  • Mientras bajaban del monte, Jesús les prohibió contar lo que habían visto, hasta que el Hijo del hombre resucitara de entre los muertos. (Marcos 9, 9)

  • Juan le dijo: «Maestro, hemos visto a uno que expulsaba demonios en tu Nombre, y tratamos de impedírselo porque no es de los nuestros». (Marcos 9, 38)

  • Cuando la oyeron decir que Jesús estaba vivo y que lo había visto, no le creyeron. (Marcos 16, 11)

  • En seguida, se apareció a los Once, mientras estaban comiendo, y les reprochó su incredulidad y su obstinación porque no habían creído a quienes lo habían visto resucitado. (Marcos 16, 14)

  • Y los pastores volvieron, alabando y glorificando a Dios por todo lo que habían visto y oído, conforme al anuncio que habían recibido. (Lucas 2, 20)

  • porque mis ojos han visto la salvación (Lucas 2, 30)

  • Todos quedaron llenos de asombro y glorificaban a Dios, diciendo con gran temor: «Hoy hemos visto cosas maravillosas». (Lucas 5, 26)


“Nunca vá se deitar sem antes examinar a sua consciência sobre o dia que passou. Enderece todos os seus pensamentos a Deus, consagre-lhe todo o seu ser e também todos os seus irmãos. Ofereça à glória de Deus o repouso que você vai iniciar e não esqueça do seu Anjo da Guarda que está sempre com você.” São Padre Pio de Pietrelcina