Encontrados 2939 resultados para: vid
Por eso, Dios nuevamente fija un día -un hoy- cuando muchos años después, dice por boca de David las palabras ya citadas: Si hoy escuchan su voz, no endurezcan su corazón. (Hebreos 4, 7)
Él dirigió durante su vida terrena súplicas y plegarias, con fuertes gritos y lágrimas, a aquel que podía salvarlo de la muerte, y fue escuchado por su humilde sumisión. (Hebreos 5, 7)
Porque Dios no es injusto para olvidarse de lo que ustedes han hecho y del amor que tienen por su Nombre, ese amor demostrado en el servicio que han prestado y siguen prestando a los santos. (Hebreos 6, 10)
De él no se menciona ni padre ni madre ni antecesores, ni comienzo ni fin de su vida: así, a semejanza del Hijo de Dios, él es sacerdote para siempre. (Hebreos 7, 3)
Y esto se hace más evidente aún, si se tiene en cuenta que este nuevo sacerdote, a semejanza de Melquisedec, (Hebreos 7, 15)
se constituye, no según la disposición de una ley meramente humana, sino según el poder de una vida indestructible. (Hebreos 7, 16)
Por la fe, José, al fin de su vida, hizo alusión al éxodo de los israelitas y dejó instrucciones acerca de sus restos. (Hebreos 11, 22)
¿Y qué más puedo decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, de Barac, de Sansón, de Jefté, de David, de Samuel y de los Profetas. (Hebreos 11, 32)
Hubo mujeres que recobraron con vida a sus muertos. Unos se dejaron torturar, renunciando a ser liberados, para obtener una mejor resurrección. (Hebreos 11, 35)
Ustedes se han olvidado de la exhortación que Dios les dirige como a hijos suyos: Hijo mío, no desprecies la corrección del Señor, y cuando te reprenda, no te desalientes. (Hebreos 12, 5)
Después de todo, nuestros padres carnales nos corregían, y no por eso dejábamos de respetarlos. Con mayor razón, entonces, debemos someternos al Padre de nuestro espíritu, para poseer la Vida. (Hebreos 12, 9)
No se olviden de practicar la hospitalidad, ya que gracias a ella, algunos, sin saberlo, hospedaron a los ángeles. (Hebreos 13, 2)
