Encontrados 18 resultados para: trayendo

  • Esta regresó al atardecer, trayendo en su pico una rama verde de olivo. Así supo Noé que las aguas habían terminado de bajar. (Génesis 8, 11)

  • Pero él me respondió: ‘El Señor, en cuya presencia he caminado siempre, enviará su Ángel delante de ti, y hará que logres tu cometido, trayendo para mi hijo una esposa de mi propia familia, de mi casa paterna. (Génesis 24, 40)

  • Cuando Moisés bajó de la montaña del Sinaí, trayendo en sus manos las dos tablas del Testimonio, no sabía que su rostro se había vuelto radiante porque había hablado con el Señor. (Exodo 34, 29)

  • Así acudieron generosamente hombres y mujeres, trayendo argollas, anillos, pulseras, collares y objetos de oro de toda clase; en una palabra, todos los que ofrecían al Señor un presente de oro. (Exodo 35, 22)

  • Ellos recibieron de Moisés las ofrendas que los israelitas habían presentado para los diversos trabajos del Santuario. Entretanto, cada mañana los israelitas seguían trayendo a Moisés ofrendas voluntarias. (Exodo 36, 3)

  • Precisamente entonces, llegó un israelita trayendo una mujer madianita adonde estaban sus hermanos, a la vista de Moisés y de todos los israelitas, que lloraban a la entrada de la Carpa del Encuentro. (Números 25, 6)

  • regresaron trayendo en sus manos frutos de esa región, y nos presentaron este informe: "La tierra que nos da el Señor, nuestro Dios, es excelente". (Deuteronomio 1, 25)

  • Poco después, los servidores de David llegaron con Joab de una incursión, trayendo un gran botín. Abner ya no estaba con David en Hebrón, porque este lo había despedido y él se había ido en paz. (II Samuel 3, 22)

  • Llegó un hombre de Baal Salisá, trayendo al hombre de Dios pan de los primeros frutos: veinte panes de cebada y grano recién cortado, en una alforja. Eliseo dijo: "Dáselo a la gente para que coman". (II Reyes 4, 42)

  • aclamen la gloria del nombre del Señor, preséntense ante él, trayendo una ofrenda. (I Crónicas 16, 29)

  • Reprime a la Fiera de los juncos, al tropel de los toros y terneros: que esos pueblos se rindan a tus pies, trayendo lingotes de oro. El Señor dispersó a los pueblos guerreros; (Salmos 68, 31)

  • aclamen la gloria del nombre del Señor. Entren en sus atrios trayendo una ofrenda, (Salmos 96, 8)


“Na igreja se fala somente com Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina