Encontrados 227 resultados para: territorio

  • la que se tomó de la porción de territorio asignada a los hijos de Judá, porque la parte de estos últimos era demasiado grande. Así los hijos de Simeón recibieron su herencia en medio de los hijos de Judá. (Josué 19, 9)

  • Su territorio incluía, además, Catat, Nahalal, Simeón, Idalá y Belén: en total, doce ciudades con sus poblados. (Josué 19, 15)

  • En su territorio estaba Izreel, Ha Quesulot, Suném, (Josué 19, 18)

  • Su territorio comprendía: Jelcat, Jalí, Beten, Acsaf, (Josué 19, 25)

  • Luego daba vuelta hacia el oriente, hasta Bet Dagón, y remontando hacia el norte, tocaba Zabulón y el valle de Iftajel. Después continuaba hasta Bet Emec y Neiel, e iba a terminar en Cabul. Al norte, el territorio comprendía (Josué 19, 27)

  • Luego el límite daba vuelta hacia Ramá, hasta la fortaleza de Tiro. De allí doblaba hasta Josá, y terminaba en el mar. El territorio incluía, además, Majaleb, Aczib, (Josué 19, 29)

  • El territorio de su herencia comprendía Sorá, Estaol, Ir Semes, (Josué 19, 41)

  • Me Ha Iarcón y Racón, con el territorio que está enfrente de Jope. (Josué 19, 46)

  • Pero aquel territorio resultaba demasiado estrecho para los hijos de Dan, y por eso subieron a atacar a Lesem. La tomaron y la pasaron al filo de la espada; y una vez que la ocuparon, se establecieron en ella, llamándola Dan, por el nombre de su padre. (Josué 19, 47)

  • Cuando los israelitas terminaron de repartirse el territorio y de marcar sus límites, dieron una herencia en medio de ellos a Josué, hijo de Nun. (Josué 19, 49)

  • Así el Señor entregó a Israel todo el territorio que había jurado dar a sus padres. Los israelitas tomaron posesión de él y lo habitaron. (Josué 21, 43)

  • Ahora sus hermanos han obtenido el descanso que les concedió el Señor, su Dios, conforme a la promesa que él les había hecho. Por lo tanto, regresen a sus campamentos, al territorio que les pertenece, a esa tierra que Moisés, el servidor del Señor, les dio al otro lado del Jordán. (Josué 22, 4)


“Os corações fortes e generosos não se lamentam, a não ser por grandes motivos e,ainda assim,não permitem que tais motivos penetrem fundo no seu íntimo.(P.e Pio) São Padre Pio de Pietrelcina