Encontrados 221 resultados para: temor

  • Anuncien lo que pasará después y así sabremos que ustedes son dioses. Hagan algo, sea bueno o malo, para que lo veamos con asombro y temor. (Isaías 41, 23)

  • Estarás afianzada en la justicia, lejos de la opresión, porque nada temerás, lejos del temor, porque no te alcanzará. (Isaías 54, 14)

  • ella vio que, por todos los adulterios que había cometido la apóstata Israel, yo la había repudiado y le había dado el acta de divorcio. Pero la traidora Judá, su hermana, no sintió ningún temor, sino que fue y también ella se prostituyó. (Jeremías 3, 8)

  • ¿Quién no sentirá temor de ti, Rey de las naciones? Sí, eso es lo que te corresponde, porque entre todos los sabios de las naciones y en todos sus reinos, no hay nadie como tú. (Jeremías 10, 7)

  • El rey Joaquím, todos sus guardias y los jefes oyeron sus palabras, y el rey intentó darle muerte. Al enterarse, Urías sintió temor y huyó a Egipto. (Jeremías 26, 21)

  • Estableceré con ellos una alianza eterna, por la cual nunca dejaré de seguirlos para hacerles el bien, y pondré mi temor en sus corazones, para que nunca se aparten de mí. (Jeremías 32, 40)

  • Hasta el día de hoy, ellos no han sentido compunción ni temor y no han caminado conforme a mi Ley y a mis preceptos, que yo puse delante de ustedes y de sus padres. (Jeremías 44, 10)

  • Sí, tú has infundido tu temor en nuestro corazón, para que invocáramos tu Nombre, y nosotros te alabaremos en nuestro exilio, porque hemos arrojado de nuestro corazón toda la injusticia de nuestros padres que pecaron contra ti. (Baruc 3, 7)

  • Ahora bien, ustedes verán en Babilonia dioses de plata, de oro y de madera, que son llevados a hombros, e infunden temor a las naciones. (Baruc 6, 3)

  • Tengan cuidado, entonces, no sea que también ustedes se hagan semejantes a los extranjeros y se dejen invadir por el temor a esos dioses, (Baruc 6, 4)

  • Sobre las cabezas de los seres vivientes, había una especie de plataforma reluciente como el cristal, que infundía temor y se extendía por encima de sus cabezas. (Ezequiel 1, 22)

  • El rey Baltasar sintió un gran temor, cambió de color, y sus dignatarios quedaron consternados. (Daniel 5, 9)


“O santo silêncio nos permite ouvir mais claramente a voz de Deus”. São Padre Pio de Pietrelcina