Encontrados 277 resultados para: sueños de José

  • Pero ellos, al ser llevados a la casa de José, se llenaron de temor y dijeron: "Nos traen aquí a causa del dinero que fue puesto en nuestras bolsas la vez anterior. No es más que un pretexto para atacarnos y convertirnos en esclavos, junto con nuestros animales". (Génesis 43, 18)

  • Entonces se acercaron al mayordomo de José y le hablaron a la entrada de la casa, (Génesis 43, 19)

  • El mayordomo introdujo a los hombres en la casa de José, les trajo agua para que se lavaran los pies y les dio pasto para los animales. (Génesis 43, 24)

  • Ellos prepararon los regalos, esperando la llegada de José al mediodía, porque ya les había avisado que comería allí. (Génesis 43, 25)

  • Cuando José entró en la casa, le presentaron los regalos que traían y se postraron ante él con el rostro en tierra. (Génesis 43, 26)

  • José los saludó y les dijo: "El anciano padre de que me hablaron, ¿vive todavía? ¿Cómo está?". (Génesis 43, 27)

  • Al levantar los ojos, José vio a Benjamín, el hijo de su misma madre, y preguntó: "¿Es este el hermano menor de que me habían hablado?". Y añadió: "Que Dios te favorezca, hijo mío". (Génesis 43, 29)

  • José salió precipitadamente porque se conmovió a la vista de su hermano y no podía contener las lágrimas. Entró en una habitación y lloró. (Génesis 43, 30)

  • Sirvieron en mesas separadas a José, a sus hermanos, y a los egipcios que comían con él, porque los egipcios no pueden comer con los hebreos: es una abominación para ellos. (Génesis 43, 32)

  • Cuando se sentaron frente a José, por orden de edad, de mayor a menor, sus hermanos se miraron con asombro unos a otros. (Génesis 43, 33)

  • Después José dio a su mayordomo esta orden: "Llena de víveres las bolsas de estos hombres, hasta que estén bien repletas, y antes de cerrarlas, coloca en ellas el dinero de cada uno. (Génesis 44, 1)

  • En la bolsa del más joven, además del dinero que pagó por su ración, pondrás también mi copa de plata". El mayordomo hizo lo que José le había indicado, (Génesis 44, 2)


“Não nos preocupemos quando Deus põe à prova a nossa fidelidade. Confiemo-nos à Sua vontade; é o que podemos fazer. Deus nos libertará, consolará e enorajará.” São Padre Pio de Pietrelcina