Encontrados 1044 resultados para: soldados de david

  • David dijo a Ajimélec: "¿No tienes a mano una lanza o una espada? Porque yo no he traído ni mi espada ni mis armas, debido a la urgencia de la misión encomendada por el rey". (I Samuel 21, 9)

  • El sacerdote respondió: "La espada de Goliat, el filisteo que tú derrotaste en el valle del Terebinto, está allí, envuelta en un paño, detrás del efod. Tómala, si quieres, porque aquí no hay otra". "No hay otra espada igual a esa, respondió David: ¡dámela!". (I Samuel 21, 10)

  • Ese mismo día, David partió y huyó lejos de Saúl, y llegó adonde estaba Aquís, rey de Gat. (I Samuel 21, 11)

  • Los servidores de Aquís dijeron al rey: "¿Este no es David, el rey del país? ¿No es este aquel por quien cantaban y danzaban, diciendo: (I Samuel 21, 12)

  • David se tomó muy a pecho esas palabras y tuvo miedo de Aquís, rey de Gat. (I Samuel 21, 13)

  • David partió de allí y se puso a salvo en la caverna de Adulám. Al enterarse, sus hermanos y toda la casa de su padre bajaron a unirse con él. (I Samuel 22, 1)

  • De allí David se fue a Mispé de Moab y dijo al rey de Moab: "Deja que mi padre y mi madre vivan entre ustedes, hasta que yo sepa lo que Dios va a hacer conmigo". (I Samuel 22, 3)

  • Luego los llevó a la presencia del rey de Moab, y ellos se quedaron con él todo el tiempo que David estuvo en el refugio. (I Samuel 22, 4)

  • El profeta Gad dijo a David: "¡No te quedes en el refugio! Entra en el país de Judá". Entonces David partió y entró en el bosque de Járet. (I Samuel 22, 5)

  • Saúl se enteró de que David y sus compañeros habían sido descubiertos. Él se encontraba entonces en Guibeá, sentado debajo del tamarisco del lugar alto; tenía su espada en la mano y todos sus servidores estaban de pie en torno de él. (I Samuel 22, 6)

  • Ajimélec respondió al rey: "¿Hay entre todos tus servidores alguien tan de confianza como David? Él es yerno del rey, es jefe de tu guardia personal y todos lo honran en tu casa. (I Samuel 22, 14)

  • Luego el rey dijo a los de su escolta, que estaban apostados junto a él: "¡Vuélvanse y maten a los sacerdotes del Señor, porque también ellos están de parte de David! Aun sabiendo que él huía, no me lo denunciaron". Pero los servidores del rey no quisieron extender su mano para ultimar a los sacerdotes del Señor. (I Samuel 22, 17)


“Nossa Senhora está sempre pronta a nos socorrer, mas por acaso o mundo a escuta e se emenda?” São Padre Pio de Pietrelcina