Encontrados 188 resultados para: serpiente de bronce
Aquel día, el Señor castigará con su espada bien templada, grande y fuerte, a Leviatán, la Serpiente huidiza, a Leviatán, la Serpiente tortuosa, y matará al Dragón que está en el mar. (Isaías 27, 1)
Oráculo sobre las bestias del Négueb: Por una tierra de miseria y angustia, de donde salen la leona y el león, la víbora y la serpiente voladora, ellos llevan sus riquezas a lomo de asnos y sus tesoros sobre la giba de los camellos, a un pueblo que no sirve de nada. (Isaías 30, 6)
Allí anidará la serpiente y pondrá sus huevos, los incubará y los hará empollar; y allí también se reunirán los buitres, cada uno con su pareja. (Isaías 34, 15)
Yo iré delante de ti y allanaré los cerros; romperé las puertas de bronce y haré saltar los cerrojos de hierro. (Isaías 45, 2)
Yo sabía que tú eres obstinado, que tu cerviz es una barra de hierro y que tu frente es de bronce. (Isaías 48, 4)
Haré llegar oro en lugar de bronce y plata en lugar de hierro; bronce en lugar de madera y hierro en lugar de piedra. Por magistrados te daré la Paz y por gobernantes, la Justicia. (Isaías 60, 17)
El lobo y el cordero pacerán juntos, el león comerá paja como el buey y la serpiente se alimentará de polvo: No se hará daño ni estragos en toda mi Montaña santa, dice el Señor. (Isaías 65, 25)
Mira que hoy hago de ti una plaza fuerte, una columna de hierro, una muralla de bronce, frente a todo el país: frente a los reyes de Judá y a sus jefes, a sus sacerdotes y al pueblo del país. (Jeremías 1, 18)
Son todos rebeldes, calumniadores: bronce o hierro, todos están pervertidos. (Jeremías 6, 28)
¿Se puede quebrar el hierro, el hierro del Norte, y el bronce? (Jeremías 15, 12)
Yo te pondré frente a este pueblo como una muralla de bronce inexpugnable. Te combatirán, pero no podrán contra ti, porque yo estoy contigo para salvarte y librarte -oráculo del Señor-. (Jeremías 15, 20)
Porque así habla el Señor de los ejércitos acerca de las columnas, del Mar de bronce, de las bases y de los demás objetos que aún quedan en esta ciudad, (Jeremías 27, 19)