Encontrados 188 resultados para: serpiente de bronce

  • También hizo diez recipientes para el agua; los colocó cinco a la derecha y cinco a la izquierda, para las abluciones; en ellos se lavaba lo que servía para el holocausto, pero los sacerdotes hacían su abluciones en el Mar de bronce. (II Crónicas 4, 6)

  • Hizo el atrio de los sacerdotes, y la gran explanada con sus puertas, a las que recubrió de bronce. (II Crónicas 4, 9)

  • las ollas, las palas y los tenedores. Todos estos objetos, Jurám Abí los hizo para el rey Salomón, para la Casa del Señor, en bronce reluciente. (II Crónicas 4, 16)

  • Salomón hizo todos esos objetos en tal cantidad, que no se pudo calcular el peso del bronce. (II Crónicas 4, 18)

  • Porque él había hecho un estrado de bronce, de dos metros y medio de largo, dos y medio de ancho, y uno y medio de alto, y lo había colocado en medio del atrio. Salomón subió al estrado, se arrodilló frente a toda la asamblea de Israel, extendió sus manos hacia el cielo (II Crónicas 6, 13)

  • Salomón consagró el centro del atrio que está delante de la Casa del Señor, ofreciendo allí los holocaustos y la grasa de los sacrificios de comunión, porque el altar de bronce que él había hecho no podía contener los holocaustos, la oblación y la grasa de los sacrificios. (II Crónicas 7, 7)

  • En lugar de ellos, el rey Roboám hizo unos escudos de bronce, y se los confió a los jefes de los guardias que custodiaban el acceso a la casa del rey. (II Crónicas 12, 10)

  • El rey y Iehoiadá se lo entregaban a los encargados de las obras de la Casa del Señor, y estos contrataban albañiles y carpinteros para restaurar la Casa del Señor, y también herreros y fundidores de bronce para repararla. (II Crónicas 24, 12)

  • Entonces el Señor hizo venir contra ellos a los jefes del ejército del rey de Asiria, y estos capturaron a Manasés con garfios, lo sujetaron con doble cadena de bronce y lo llevaron a Babilonia. (II Crónicas 33, 11)

  • Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió a atacarlo y lo sujetó con doble cadena de bronce, para conducirlo a Babilonia. (II Crónicas 36, 6)

  • veinte copas de oro de mil dáricos y dos vasos de bronce bruñido tan preciosos como el oro. (Esdras 8, 27)

  • ¿Tengo acaso la resistencia de las piedras o es de bronce mi carne? (Job 6, 12)


“A cada vitória sobre o pecado corresponde um grau de glória eterna”. São Padre Pio de Pietrelcina