Encontrados 60 resultados para: seno

  • Y ahora bendigan al Dios del universo que hace grandes cosas por todas partes, al que nos exaltó desde el seno materno y nos trató según su misericordia. (Eclesiástico 50, 22)

  • Así habla el Señor, el que te hizo, el que te formó desde el seno materno y te ayuda. No temas, Jacob, mi servidor, Iesurún, a quien yo elegí. (Isaías 44, 2)

  • Así habla el Señor, tu redentor, el que te formó desde el seno materno: Soy yo, el Señor, el que hago todas las cosas; yo solo despliego los cielos, yo extiendo la tierra, ¿y quién está conmigo? (Isaías 44, 24)

  • ¡Escúchenme, casa de Jacob y todo el resto de la casa de Israel, ustedes, que fueron llevados desde el seno materno, cargados por mí desde antes de nacer! (Isaías 46, 3)

  • No, tú no habías oído ni sabías nada, ni tus oídos fueron abiertos de antemano, porque yo sé que no haces más que traicionar y que te llaman "Rebelde desde el seno materno". (Isaías 48, 8)

  • ¡Escúchenme, costas lejanas, presten atención, pueblos remotos! El Señor me llamó desde el seno materno, desde el vientre de mi madre pronunció mi nombre. (Isaías 49, 1)

  • Y ahora, ha hablado el Señor, el que me formó desde el seno materno para que yo sea su Servidor, para hacer que Jacob vuelva a él y se le reúna Israel. Yo soy valioso a los ojos del Señor y mi Dios ha sido mi fortaleza. (Isaías 49, 5)

  • "Antes de formarte en el vientre materno, yo te conocía; antes de que salieras del seno, yo te había consagrado, te había constituido profeta para las naciones". (Jeremías 1, 5)

  • porque no me hizo morir desde el seno materno: ¡así mi madre hubiera sido mi tumba y su gravidez hubiera durado para siempre! (Jeremías 20, 17)

  • En el seno materno suplantó a su hermano y cuando fue adulto luchó con Dios. (Oseas 12, 4)

  • Llegan los dolores del parto para que él nazca, pero es un hijo que no se da maña: ¡llegada la hora, no atina a salir del seno materno! (Oseas 13, 13)

  • diciendo: "Desde mi angustia invoqué al Señor, y él me respondió; desde el seno del Abismo, pedí auxilio, y tú escuchaste mi voz. (Jonás 2, 3)


“Quando ofendemos a justiça de Deus, apelamos à Sua misericórdia. Mas se ofendemos a Sua misericórdia, a quem podemos apelar? Ofender o Pai que nos ama e insultar quem nos auxilia é um pecado pelo qual seremos severamente julgados.” São Padre Pio de Pietrelcina