Encontrados 97 resultados para: salvo

  • Nuestra vida se salvó como un pájaro de la trampa del cazador: la trampa se rompió y nosotros escapamos. (Salmos 124, 7)

  • La caballería se desbandó por la llanura, y los fugitivos huyeron a Azoto y entraron en la Casa de Dagón, el templo de su ídolo, para ponerse a salvo. (I Macabeos 10, 83)

  • ¡Pero lejos de mí tratar de ponerme a salvo en los momentos de peligro, ya que no valgo más que mis hermanos! (I Macabeos 13, 5)

  • Algunos huyeron también a las torres de los campos de Azoto. Juan las incendió, y murieron unos dos mil enemigos. Luego Juan regresó a Judea sano y salvo. (I Macabeos 16, 10)

  • El Dios que salvó a todo su pueblo y concedió a todos la herencia, el reino, el sacerdocio y la santificación, (II Macabeos 2, 17)

  • La mayoría de estos escaparon heridos y sin armas, y el mismo Lisias se salvó huyendo vergonzosamente. (II Macabeos 11, 12)

  • El nombre del Señor es una torre fortificada: el justo corre hacia ella y se pone a salvo. (Proverbios 18, 10)

  • El miedo tiende al hombre una trampa, pero el que confía en el Señor se pone a salvo. (Proverbios 29, 25)

  • Allí se encontraba un hombre pobre pero sabio, que salvó la ciudad con su sabiduría. A pesar de eso, nadie se acordó más de ese pobre hombre. (Eclesiastés 9, 15)

  • Y cuando, por culpa de él, las aguas anegaron la tierra, de nuevo la salvó la Sabiduría, guiando al justo sobre una simple madera. (Sabiduría 10, 4)

  • Tú no quieres que las obras de tu Sabiduría sean estériles: por eso los hombres confían su vida a una simple madera, y atraviesan a salvo las olas sobre una frágil embarcación. (Sabiduría 14, 5)

  • Como ellos habían resuelto hacer perecer a los hijos pequeños de los santos -y de los niños expuestos al peligro, uno solo se salvó- para castigarlos, tú les arrebataste un gran número de sus hijos y los hiciste perecer a todos juntos en las aguas impetuosas. (Sabiduría 18, 5)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina