Encontrados 65 resultados para: recibió

  • Había en los alrededores una propiedad perteneciente al principal de la isla, llamado Publio. Este nos recibió y nos brindó cordial hospitalidad durante tres días. (Hechos 28, 7)

  • Cuando llegamos a Roma, recibió autorización para alojarse en una casa particular con un soldado que lo custodiara. (Hechos 28, 16)

  • Y él recibió el signo de la circuncisión, como sello de la justicia que alcanzó por medio de la fe, antes de ser circuncidado. Así llegó a ser padre de aquellos que, a pesar de no estar circuncidados, tienen la fe que les es tenida en cuenta para su justificación. (Romanos 4, 11)

  • Digan a Arquipo que esté atento al ministerio que recibió para servir al Señor y que lo cumpla bien. (Colosenses 4, 17)

  • Así llegó a ser tan superior a los ángeles, cuanto incomparablemente mayor que el de ellos es el Nombre que recibió en herencia. (Hebreos 1, 4)

  • Porque si la Palabra promulgada por medio de los ángeles tuvo plena vigencia, a tal punto que toda transgresión y desobediencia recibió su justa retribución, (Hebreos 2, 2)

  • Por eso, Cristo no se atribuyó a sí mismo la gloria de ser Sumo Sacerdote, sino que la recibió de aquel que le dijo: Tú eres mi Hijo, yo te he engendrado hoy. (Hebreos 5, 5)

  • Pero Melquisedec, que no tenía ascendencia común con ellos, recibió de Abraham el diezmo y bendijo al depositario de las promesas. (Hebreos 7, 6)

  • También la estéril Sara, por la fe, recibió el poder de concebir, a pesar de su edad avanzada, porque juzgó digno de fe al que se lo prometía. (Hebreos 11, 11)

  • ¿Acaso Rahab, la prostituta, no fue justificada por las obras, cuando recibió a los mensajeros y les hizo tomar otro camino? (Santiago 2, 25)

  • En efecto, él recibió de Dios Padre el honor y la gloria, cuando la Gloria llena de majestad le dirigió esta palabra: «Este es mi Hijo muy querido, en quien tengo puesta mi predilección». (II Pedro 1, 17)

  • Y vi aparecer un caballo blanco. Su jinete tenía un arco, recibió una corona y salió triunfante, para seguir venciendo. (Apocalipsis 6, 2)


“A natureza humana também quer a sua parte. Até Maria, Mãe de Jesus, que sabia que por meio de Sua morte a humanidade seria redimida, chorou e sofreu – e como sofreu!” São Padre Pio de Pietrelcina