Encontrados 321 resultados para: profeta Eliseo

  • Eliseo dejó sus bueyes, corrió detrás de Elías y dijo: "Déjame besar a mi padre y a mi madre; luego te seguiré". Elías le respondió: "Sí, puedes ir. ¿Qué hice yo para impedírtelo?". (I Reyes 19, 20)

  • Eliseo dio media vuelta, tomó la yunta de bueyes y los inmoló. Luego, con los arneses de los bueyes, asó la carne y se la dio a su gente para que comieran. Después partió, fue detrás de Elías y se puso a su servicio. (I Reyes 19, 21)

  • Mientras tanto, un profeta se acercó a Ajab, rey de Israel, y dijo: "Así habla el Señor: ¿Ves toda esa gran multitud? Hoy mismo la voy a poner en tus manos. Así sabrás que yo soy el Señor". (I Reyes 20, 13)

  • "¿Por medio de quién?", preguntó Ajab. El profeta dijo: "Así habla el Señor: Por medio de los cuerpos de cadetes que están a las órdenes de los jefes de distritos". Ajab insistió: "¿Y quién librará la batalla?". "Tú", respondió él. (I Reyes 20, 14)

  • El profeta se acercó al rey de Israel y le dijo: "Refuerza tu ejército y piensa bien lo que vas a hacer, porque el año que viene el rey de Arám volverá a subir contra ti". (I Reyes 20, 22)

  • El profeta encontró a otro hombre y le dijo: "¡Golpéame!". El hombre lo golpeó y lo dejó maltrecho. (I Reyes 20, 37)

  • Luego el profeta fue a apostarse en el camino, a la espera del rey, cubriéndose los ojos con una venda para no ser reconocido. (I Reyes 20, 38)

  • Pero Josafat insistió: "¿No queda por ahí algún profeta del Señor para consultar por medio de él?". (I Reyes 22, 7)

  • Esto es lo que sucedió cuando el Señor arrebató a Elías y lo hizo subir al cielo en el torbellino. Elías y Eliseo partieron de Guilgal, (II Reyes 2, 1)

  • y Elías dijo a Eliseo: "Quédate aquí, porque el Señor me ha enviado hasta Betel". Pero Eliseo respondió: "Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré". Y bajaron a Betel. (II Reyes 2, 2)

  • La comunidad de profetas que había en Betel salió a recibir a Eliseo, y le dijeron: "¿Sabes que hoy el Señor va a arrebatar a tu maestro por encima de tu cabeza?". Él respondió: "Claro que lo sé; ¡no digan nada!". (II Reyes 2, 3)

  • Elías le dijo: "Quédate aquí, Eliseo, porque el Señor me ha enviado a Jericó". Pero él respondió: "Juro por la vida del Señor y por tu propia vida que no te dejaré". Y llegaron a Jericó. (II Reyes 2, 4)


“Nas tentações, combata com coragem! Nas quedas, humilhe-se mas não desanime!” São Padre Pio de Pietrelcina