Encontrados 306 resultados para: presencia

  • Entonces Jonadab le dijo: "Acuéstate como si estuvieras enfermo, y cuando tu padre venga a verte, tú le dirás: ‘Deja que mi hermana Tamar venga a darme de comer; que prepare la comida en mi presencia, de manera que yo pueda ver, y que me la sirva ella misma’". (II Samuel 13, 5)

  • Luego retiró la sartén y la vació delante de él, pero él se negó a comer, y ordenó: "¡Hagan salir a todos de mi presencia!". Cuando salieron todos, (II Samuel 13, 9)

  • Pero el hombre dijo a Joab: "Aunque pudiera pesar en la palma de mi mano mil siclos de plata, no atentaría contra el hijo del rey. Porque en presencia nuestra el rey les impartió esta orden, a ti, a Abisai y a Itai: ‘¡Cuídenme bien al joven Absalón!’. (II Samuel 18, 12)

  • las nubes se deshicieron en granizo y centellas al fulgor de su presencia. (II Samuel 22, 13)

  • Sin embargo, la orden del rey se impuso a Joab y a los jefes del ejército, y estos salieron de la presencia del rey para hacer el censo del pueblo de Israel. (II Samuel 24, 4)

  • Salomón respondió: "Tú has tratado a tu servidor David, mi padre, con gran fidelidad, porque él caminó en tu presencia con lealtad, con justicia y rectitud de corazón; tú le has atestiguado esta gran fidelidad, dándole un hijo que hoy está sentado en su trono. (I Reyes 3, 6)

  • La otra mujer protestó: "¡No! ¡El que vive es mi hijo!". Y así discutían en presencia del rey. (I Reyes 3, 22)

  • Y ahora, Señor, Dios de Israel, cumple en favor de tu servidor David, mi padre, la promesa que le hiciste, diciendo: ‘Nunca te faltará un descendiente que esté sentado delante de mí en el trono de Israel, con tal que tus hijos vigilen su conducta, caminando en mi presencia como has caminado tú’. (I Reyes 8, 25)

  • Que estas súplicas que yo he pronunciado en presencia del Señor, nuestro Dios, estén presentes ante él día y noche, para que haga justicia a su servidor y a su pueblo Israel, según la necesidad de cada día. (I Reyes 8, 59)

  • y le dijo: "He oído tu oración y la súplica que has pronunciado en mi presencia. Yo he consagrado esta Casa que tú has edificado a fin de poner allí mi Nombre para siempre: mis ojos y mi corazón estarán allí todos los días. (I Reyes 9, 3)

  • En cuanto a ti, si caminas en mi presencia como lo hizo tu padre David, con integridad de corazón y rectitud, practicando todo lo que te he mandado, observando mis preceptos y mis leyes, (I Reyes 9, 4)

  • entonces yo extirparé a Israel del suelo que le di, y apartaré lejos de mi presencia la Casa que consagré a mi Nombre. Así Israel será la burla y la irrisión de todos los pueblos. (I Reyes 9, 7)


“Que Nossa Mãe do Céu tenha piedade de nós e com um olhar maternal levante-nos, purifique-nos e eleve-nos a Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina