Encontrados 49 resultados para: peligro

  • no me ocultes tu rostro en el momento del peligro; inclina hacia mí tu oído, respóndeme pronto, cuando te invoco. (Salmos 102, 3)

  • En el peligro invoqué al Señor, y él me escuchó dándome un alivio. (Salmos 118, 5)

  • Mi vida está en constante peligro, pero yo no me olvido de tu ley. (Salmos 119, 109)

  • Por amor de tu Nombre, Señor, consérvame la vida. Por tu justicia, sácame del peligro; (Salmos 143, 11)

  • Cuando Jonatán se enteró de esto, ordenó continuar el asedio y decidió enfrentar él mismo el peligro: eligió un grupo de ancianos y sacerdotes de Israel, (I Macabeos 11, 23)

  • ¡Pero lejos de mí tratar de ponerme a salvo en los momentos de peligro, ya que no valgo más que mis hermanos! (I Macabeos 13, 5)

  • En los incesantes combates librados en nuestro país, Simón, hijo de Matatías, descendiente de la familia de Joarib, y sus hermanos, afrontaron el peligro y se opusieron a los enemigos de su patria, a fin de preservar su Santuario y su Ley: así cubrieron de gloria su nación. (I Macabeos 14, 29)

  • recuperaron el Santuario célebre en todo el mundo, liberaron la ciudad y restablecieron las leyes que estaban en peligro de ser abolidas, porque el Señor, en su gran benignidad, se mostró propicio con ellos- (II Macabeos 2, 22)

  • El propio Macabeo, que fue el primero en empuñar las armas, exhortó a los demás a afrontar el peligro junto con él, a fin de salvar a sus hermanos. Todos se lanzaron al combate con gran entusiasmo (II Macabeos 11, 7)

  • Al enterarse de esto, Judas ordenó a sus tropas que invocaran al Señor día y noche, para que también esa vez, como en otras ocasiones, acudiera en auxilio de los que estaban en peligro de ser despojados de la Ley, de la patria y del Santuario, (II Macabeos 13, 10)

  • Reconfortados con estas bellísimas palabras de Judas, capaces de llevar al heroísmo y de robustecer los corazones juveniles, todos decidieron no quedarse a la defensiva, sino lanzarse valerosamente a la ofensiva, y decidir la situación luchando con la mayor valentía, porque estaban en peligro la Ciudad, las instituciones sagradas y el Santuario. (II Macabeos 15, 17)

  • El justo es librado del peligro y en lugar de él cae el malvado. (Proverbios 11, 8)


“Apóie-se, como faz Nossa Senhora, à cruz de Jesus e nunca lhe faltará conforto”. São Padre Pio de Pietrelcina