Encontrados 209 resultados para: paso del Mar Rojo

  • Después Josué, con todo Israel, pasó de Libná a Laquís, la asedió y la atacó. (Josué 10, 31)

  • El Señor puso también a Laquís en manos de Israel, que la conquistó al segundo día, y la pasó al filo de la espada con todos los seres vivientes que había en ella, exactamente como había hecho con Libná. (Josué 10, 32)

  • Luego Josué, con todo Israel, pasó de Laquís a Eglón. La sitiaron, la atacaron, (Josué 10, 34)

  • También pasó al filo de la espada a todos los seres vivientes que había en ella, consagrándolos al exterminio total. No quedó nada con vida, y Jasor fue incendiada. (Josué 11, 11)

  • Josué tomó asimismo todas las ciudades de aquellos reyes, y a estos últimos los capturó y los pasó al filo de la espada, consagrándolos al exterminio, como Moisés, el servidor del Señor, se lo había ordenado. (Josué 11, 12)

  • y a sus padres, y ustedes llegaron al mar. Los egipcios persiguieron a sus padres, con carros y guerreros, hasta el Mar Rojo. (Josué 24, 6)

  • Una vez, Gaal, hijo de Ebed, pasó por Siquém junto con sus hermanos, y se ganó la confianza de los señores de Siquém. (Jueces 9, 26)

  • Cuando subía de Egipto, caminó por el desierto hasta el Mar Rojo y después llegó a Cades. (Jueces 11, 16)

  • El espíritu del Señor descendió sobre Jefté, y este recorrió Galaad y Manasés, pasó por Mispá de Galaad y desde allí avanzó hasta el país de los amonitas. (Jueces 11, 29)

  • Galaad ocupó los vados del Jordán para cortarle el paso a los efraimitas. Y cuando un fugitivo de Efraím intentaba pasar, los hombres de Galaad le preguntaban: "¿Tú eres de Efraím?". Si él respondía que no, (Jueces 12, 5)

  • Sansón bajó a Timná, y al llegar a las viñas de Timná, un cachorro de león le salió al paso rugiendo. (Jueces 14, 5)

  • Dalila gritó: "¡Sansón, los filisteos se te vienen encima!". Al despertar de su sueño, Sansón pensó: "Saldré del paso como las otras veces y me libraré". Pero no sabía que el Señor se había apartado de él. (Jueces 16, 20)


“O temor e a confiança devem dar as mãos e proceder como irmãos. Se nos damos conta de que temos muito temor devemos recorrer à confiança. Se confiamos excessivamente devemos ter um pouco de temor”. São Padre Pio de Pietrelcina