Encontrados 162 resultados para: oración de Tobías

  • Cuando Sambalat, Tobías, los árabes, los amonitas y los asdoditas se enteraron de que progresaba la reparación de las murallas de Jerusalén -porque comenzaban a cerrarse las brechas- se enfurecieron, (Nehemías 4, 1)

  • Cuando Sambalat, Tobías, Guésem, el árabe, y los demás enemigos nuestros supieron que yo había reconstruido las murallas y que no quedaba en ellas ninguna brecha -aunque hasta entonces no había colocado las hojas de las puertas- (Nehemías 6, 1)

  • Yo había reconocido, en efecto, que no era Dios el que lo había enviado: si había pronunciado esa profecía acerca de mí, era porque lo había enviado Tobías. (Nehemías 6, 12)

  • Acuérdate, Dios mío, de Tobías, por lo que hizo, y también de Noadías, la profetisa, y de todos los demás profetas que trataban de intimidarme. (Nehemías 6, 14)

  • Aun en aquellos días, algunos notables de Judá se carteaban frecuentemente con Tobías, (Nehemías 6, 17)

  • Ellos hablaban bien de él en mi presencia y le transmitían mis palabras. Tobías, por su parte, enviaba cartas para intimidarme. (Nehemías 6, 19)

  • los hijos de Delaías, los hijos de Tobías, los hijos de Necodá: 642. (Nehemías 7, 62)

  • Matanías, hijo de Micá, hijo de Zabdí, hijo de Asaf, que dirigía el canto de los himnos y entonaba la oración de acción de gracias; Bacbuquías, el segundo entre sus hermanos; Abdá, hijo de Samúa, hijo de Galal, hijo de Iedutún. (Nehemías 11, 17)

  • Antes de esto, Eliasib, el sacerdote encargado de las dependencias de la Casa de nuestro Dios, un pariente de Tobías, (Nehemías 13, 4)

  • volví a Jerusalén y me enteré de la mala acción que había cometido Eliasib en beneficio de Tobías, al acondicionarle una sala en el recinto de la Casa de Dios. (Nehemías 13, 7)

  • Esto me disgustó muchísimo, y arrojé fuera de su habitación todo el mobiliario de la casa de Tobías. (Nehemías 13, 8)

  • Cuando me hice hombre, me casé con una mujer de la descendencia de nuestros padres que se llamaba Ana, y de ella tuve un hijo, al que llamé Tobías. (Tobías 1, 9)


“O Senhor se comunica conosco à medida que nos libertamos do nosso apego aos sentidos, que sacrificamos nossa vontade própria e que edificamos nossa vida na humildade.” São Padre Pio de Pietrelcina