Encontrados 226 resultados para: nuestra

  • Edna, por su parte, dijo a Tobías: "Hijo y hermano muy querido, quiera el Señor que vuelvas, y que yo tenga vida para ver a tus hijos y a los de mi hija Sara antes de morir. En presencia del Señor, te confío a mi hija para que la cuides. No la entristezcas ni un solo día de tu vida. Vete en paz, hijo mío. De ahora en adelante, yo soy tu madre y Sara es tu hermana. ¡Ojalá pudiéramos ser igualmente felices todos los días de nuestra vida!". Luego besó a los dos y los dejó; partir llenos de alegría. (Tobías 10, 13)

  • Nosotros, sus servidores, los aplastaremos como a un solo hombre, y no podrán resistir el empuje de nuestra caballería. (Judit 6, 3)

  • "¡Señor, Dios del cielo!, mira su arrogancia y compadécete de la humillación de nuestra raza: vuelve en este día tu mirada a los que te están consagrados". (Judit 6, 19)

  • porque de ella sacan el agua todos los habitantes de Betulia; así, devorados por la sed, tendrán que entregar la ciudad. Mientras tanto, nosotros y nuestra gente escalaremos las cimas de las montañas vecinas y acamparemos allí, para impedir que alguien salga de la ciudad. (Judit 7, 13)

  • porque es preferible que seamos sus prisioneros: así seremos esclavos, pero salvaremos nuestra vida y no tendremos que contemplar con nuestros propios ojos la muerte de nuestros pequeños, y no veremos a nuestras mujeres y a nuestros hijos exhalar el último suspiro. (Judit 7, 27)

  • Nosotros, en cambio, no reconocemos otro Dios fuera de él; por eso esperamos que no nos despreciará, ni a nosotros ni a ninguno de nuestra raza. (Judit 8, 20)

  • Si nosotros nos rendimos, caerá toda la Judea y nuestro Santuario será saqueado. Entonces tendremos que responder con nuestra propia sangre por esa profanación. (Judit 8, 21)

  • Además, el Señor hará recaer sobre nuestra cabeza, en medio de las naciones donde estaremos cautivos, la matanza de nuestros hermanos, la deportación de la gente del país y la devastación de nuestra herencia; y seremos objeto de burla y escarnio por parte de nuestros conquistadores. (Judit 8, 22)

  • Porque nuestra esclavitud no nos hará ganar la benevolencia de los vencedores, sino que el Señor, nuestro Dios, la convertirá en deshonra. (Judit 8, 23)

  • Judit les respondió: "Escúchenme, porque voy a hacer algo que se transmitirá de generación en generación a los hijos de nuestra estirpe. (Judit 8, 32)

  • Por eso, soberano señor, no desoigas sus palabras; antes bien, tómalas en cuenta, porque son exactas, ya que nuestra estirpe no será castigada ni sometida por la espada, a no ser que haya pecado contra su Dios. (Judit 11, 10)

  • Que Dios te exalte para siempre, favoreciéndote con sus bienes. Porque no vacilaste en exponer tu vida, al ver la humillación de nuestro pueblo, sino que has conjurado nuestra ruina, procediendo resueltamente delante de nuestro Dios". Y todo el pueblo añadió: "¡Amén! ¡Amén!". (Judit 13, 20)


“Nossa Senhora recebeu pela inefável bondade de Jesus a força de suportar até o fim as provações do seu amor. Que você também possa encontrar a força de perseverar com o Senhor até o Calvário!” São Padre Pio de Pietrelcina