Encontrados 91 resultados para: ninguno

  • El tenía dos mujeres: una se llamaba Ana y la otra Peniná. Peniná tenía hijos, pero Ana no tenía ninguno. (I Samuel 1, 2)

  • Así Jesé hizo pasar ante Samuel a siete de sus hijos, pero Samuel dijo a Jesé: "El Señor no ha elegido a ninguno de estos". (I Samuel 16, 10)

  • para que hayan conspirado contra mí? Nadie me avisa nada cuando mi hijo pacta con el hijo de Jesé. Ninguno de ustedes se conduele conmigo, ni me revela que mi hijo sublevó contra mí a mi esclavo, para que me tienda asechanzas, como sucede en el día de hoy? (I Samuel 22, 8)

  • Entre tanto, David pensaba: "En vano he protegido todo lo que este tenía en el desierto, sin que se le perdiera ninguno de sus bienes. Él me ha devuelto mal por bien. (I Samuel 25, 21)

  • Elías les dijo: "¡Agarren a los profetas de Baal! ¡Que no escape ninguno!". Ellos los agarraron: Elías los hizo bajar al torrente Quisón y allí los degolló. (I Reyes 18, 40)

  • Él hizo lo que es malo a los ojos del Señor; no se apartó de ninguno de los pecados con que Jeroboám, hijo de Nebat, había hecho pecar a Israel, y persistió en ellos. (II Reyes 13, 11)

  • Hizo lo que es malo a los ojos del Señor, y no se apartó de ninguno de los pecados con que Jeroboám, hijo de Nebat, había hecho pecar a Israel. (II Reyes 14, 24)

  • Ezequías puso su confianza en el Señor, el Dios de Israel, y no hubo después de él ninguno igual entre todos los reyes de Judá, como tampoco lo hubo antes que él. (II Reyes 18, 5)

  • por eso te son concedidas la sabiduría y el entendimiento, y además te daré riquezas, posesiones y gloria, como no las tuvo ninguno de los reyes antes de ti, ni las tendrá ninguno después de ti". (II Crónicas 1, 12)

  • Cuando los hombres de Judá llegaron a la cima que domina el desierto y volvieron sus ojos hacia la multitud, no vieron más que cadáveres tendidos por tierra, porque ninguno había podido escapar. (II Crónicas 20, 24)

  • Los cantores, hijos de Asaf, estaban en sus puestos, según las prescripciones de David y de Asaf, de Hemán y de Iedutún, el vidente del rey; y también los porteros ocupaban cada uno su puesto: ninguno de ellos tuvo necesidad de apartarse de su servicio, porque sus hermanos, los levitas, les prepararon la Pascua. (II Crónicas 35, 15)

  • Nunca se había celebrado en Israel una Pascua como esta desde los días del profeta Samuel; ninguno de los reyes de Israel había celebrado una Pascua como la que celebró Josías con los sacerdotes y los levitas, con todo Judá, con los israelitas allí presentes y con los habitantes de Jerusalén. (II Crónicas 35, 18)


“Agradeça sempre ao Pai eterno por sua infinita misericórdia”. São Padre Pio de Pietrelcina