Encontrados 947 resultados para: muro de Jerusalén

  • Entonces los arqueros dispararon contra tus servidores desde lo alto del muro, y murieron unos cuantos servidores del rey. También murió tu servidor Urías, el hitita". (II Samuel 11, 24)

  • En cuanto a la población, la hizo salir de la ciudad, la obligó a trabajar con sierras, con picos de hierro y hachas, y la empleó en los hornos de ladrillos. Lo mismo hizo con todas las ciudades de los amonitas. Luego David y todo el ejército se volvieron a Jerusalén. (II Samuel 12, 31)

  • Después Joab partió para Guesur y trajo a Absalón a Jerusalén. (II Samuel 14, 23)

  • Absalón estuvo tres años en Jerusalén sin ver al rey. (II Samuel 14, 28)

  • Porque mientras estaba en Guesur de Arám, tu servidor pronunció este voto: ‘Si el Señor me hace volver a Jerusalén, iré a rendirle culto en Hebrón’". (II Samuel 15, 8)

  • Junto con Absalón partieron de Jerusalén doscientos hombres, invitados por él, que iban con toda inocencia, sin sospechar nada del asunto. (II Samuel 15, 11)

  • dijo a todos sus servidores que estaban con él en Jerusalén: "¡Rápido, huyamos! Si Absalón se nos pone delante, no tendremos escapatoria. ¡Apúrense a partir, no sea que él nos sorprenda, que precipite la desgracia sobre nosotros y pase la ciudad al filo de la espada!". (II Samuel 15, 14)

  • Entonces Sadoc y Abiatar llevaron de vuelta el Arca de Dios a Jerusalén, y permanecieron allí. (II Samuel 15, 29)

  • Jusai, el amigo de David, llegó a la ciudad al mismo tiempo que Absalón entraba en Jerusalén. (II Samuel 15, 37)

  • El rey le preguntó: "¿Dónde está el hijo de tu señor?". Sibá respondió al rey: "Se ha quedado en Jerusalén, diciendo: ‘Hoy la casa de Israel me devolverá el reino de mi padre’". (II Samuel 16, 3)

  • Mientras tanto, Absalón había entrado en Jerusalén con todos los hombres de Israel, y Ajitófel lo acompañaba. (II Samuel 16, 15)

  • Los servidores de Absalón entraron en la casa de esa mujer y preguntaron: "¿Dónde están Ajimáas y Jonatán?". La mujer les respondió: "Pasaron por aquí en dirección a las aguas". Ellos registraron, y al no encontrar nada, se volvieron a Jerusalén. (II Samuel 17, 20)


“Que o Espírito Santo guie a sua inteligência, faça-o descobrir a verdade escondida na Sagrada Escritura e inflame a sua vontade para praticá-la.” São Padre Pio de Pietrelcina