Encontrados 173 resultados para: mismos
Los que hablan con sensatez son sabios ellos mismos y derraman como lluvia proverbios acertados (Eclesiástico 18, 29)
y ellos mismos rogarán al Señor que les permita dar una alivio y curar al enfermo, para que se restablezca. (Eclesiástico 38, 14)
¡Se desploman, se doblegan todos juntos, no pueden librar al que los lleva y ellos mismos van a la cautividad! (Isaías 46, 2)
Pero ellos serán como paja: el fuego los quemará; no podrán librarse a sí mismos del poder de las llamas; no serán brasas para dar calor ni fuego para sentarse ante él. (Isaías 47, 14)
No conocen el camino de la paz, en sus senderos, no existe el derecho. Abren para sí mismos sendas tortuosas: el que las recorre, no conoce la paz. (Isaías 59, 8)
Así habla el Señor: ¿Qué injusticia encontraron en mí sus padres para que se alejaran de mí y fueran detrás de ídolos vanos, volviéndose así vanos ellos mismos? (Jeremías 2, 5)
si no oprimen al extranjero, al huérfano y a la viuda, si no derraman en este lugar sangre inocente, si no van detrás de otros dioses para desgracia de ustedes mismos, (Jeremías 7, 6)
Pero ¿es a mí al que agravian? -oráculo del Señor-. ¿No es más bien a ellos mismos, para su propia confusión? (Jeremías 7, 19)
Porque hasta tus hermanos y la casa de tu padre, hasta ellos mismos te traicionan, ellos mismos gritan a voz en cuello detrás de ti. No te fíes de ellos, cuando te dirigen hermosas palabras. (Jeremías 12, 6)
¿Qué dirás cuando te impongan como jefes a esos mismos que tú habías acostumbrado a ser tus amigos íntimos? ¿No serás acaso presa de los dolores como una parturienta? (Jeremías 13, 21)
Pero sepan que si ustedes me hacen morir, arrojan sangre inocente sobre ustedes mismos, sobre esta ciudad y sobre sus habitantes. Porque verdaderamente el Señor me ha enviado a ustedes para decirles todas estas palabras". (Jeremías 26, 15)
¿Acaso Ezequías, rey de Judá, y todo Judá lo hicieron morir? ¿No temió él al Señor y aplacó el rostro del Señor, de suerte que el Señor se arrepintió del mal con que los había amenazado? Nosotros, en cambio, estamos por hacernos un daño enorme a nosotros mismos". (Jeremías 26, 19)