Encontrados 205 resultados para: llanura de Moab

  • a Egipto, a Judá, a Edóm, a los amonitas, a Moab y a todos los "Sienes rapadas" que habitan en el desierto. Porque todas las naciones son incircuncisas, y toda la casa de Israel es incircuncisa de corazón. (Jeremías 9, 25)

  • ¡Aquí estoy contra ti, Moradora del valle, Roca de la llanura! -oráculo del Señor-. Ustedes dicen: "¿Quién bajará contra nosotros, quién entrará en nuestras guaridas?". (Jeremías 21, 13)

  • a Edóm, Moab y los amonitas; (Jeremías 25, 21)

  • Luego enviarás un mensaje al rey de Edóm, al rey de Moab, al rey de los amonitas, al rey de Tiro y al rey de Sidón, por medio de los mensajeros que vinieron a Jerusalén para ver a Sedecías, rey de Judá. (Jeremías 27, 3)

  • También los judíos que estaban en Moab, entre los amonitas y en Edóm, y los que estaban en todos los demás países, oyeron que el rey de Babilonia había dejado un resto de Judá y le había puesto como gobernador a Godolías, hijo de Ajicám, hijo de Safán. (Jeremías 40, 11)

  • Para Moab. Así habla el Señor de los ejércitos, el Dios de Israel: ¡Ay de Nebo, porque ha sido devastada! ¡Ha sido tomada Quiriataim, la ciudadela está humillada y deshecha! (Jeremías 48, 1)

  • ¡Ya no existe la gloria de Moab! En Jesbón traman el mal contra ella: "¡Vengan, extirpémosla como nación!". También tú, Madmén, serás reducida a silencio, la espada avanza detrás de ti. (Jeremías 48, 2)

  • ¡Moab ha sido destrozado, se hacen oír los gritos hasta Soar! (Jeremías 48, 4)

  • Traigan sal para Moab, porque será completamente destruido; sus ciudades serán una desolación, donde nadie habita. (Jeremías 48, 9)

  • Moab vivió tranquilo desde su juventud, él reposaba sobre sus heces; no lo trasvasaban de vasija en vasija -no había ido al destierro-. Así se conservó su sabor y no se alteró su aroma. (Jeremías 48, 11)

  • Y Moab se avergonzará de Quemós, como la casa de Israel se avergonzó de Betel, en quien confiaba. (Jeremías 48, 13)

  • El devastador de Moab subió contra él, lo mejor de sus jóvenes baja al matadero -oráculo del Rey cuyo nombre es Señor de los ejércitos-. (Jeremías 48, 15)


“Rezai e continuai a rezar para não ficardes entorpecidos”. São Padre Pio de Pietrelcina