Encontrados 443 resultados para: libro de Josué

  • Después vi en la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono, un libro escrito por dentro y por fuera, y sellado con siete sellos. (Apocalipsis 5, 1)

  • Y vi a un Ángel poderoso que proclamaba en alta voz: «¿Quién es digno de abrir el libro y de romper sus sellos?». (Apocalipsis 5, 2)

  • Pero nadie, ni en el cielo ni en la tierra ni debajo de ella, era capaz de abrir el libro ni de leerlo. (Apocalipsis 5, 3)

  • Y yo me puse a llorar porque nadie era digno de abrir el libro ni de leerlo. (Apocalipsis 5, 4)

  • Pero uno de los Ancianos me dijo: «No llores: ha triunfado el Leónde la tribu de Judá, el Retoñode David, y él abrirá el libro y sus siete sellos». (Apocalipsis 5, 5)

  • El Cordero vino y tomó el libro de la mano derecha de aquel que estaba sentado en el trono. (Apocalipsis 5, 7)

  • Cuando tomó el libro, los cuatro Seres Vivientes y los veinticuatro Ancianos se postraron ante el Cordero. Cada uno tenía un arpa, y copas de oro llenas de perfume, que son las oraciones de los Santos, (Apocalipsis 5, 8)

  • y cantaban un canto nuevo, diciendo: «Tú eres digno de tomar el libro y de romper los sellos, porque has sido inmolado, y por medio de tu Sangre, has rescatado para Dios a hombres de todas las familias, lenguas, pueblos y naciones. (Apocalipsis 5, 9)

  • y en su mano tenía abierto un libro pequeño. Puso su pie derecho sobre el mar y el izquierdo sobre la tierra, (Apocalipsis 10, 2)

  • Y la voz que había oído desde el cielo me habló nuevamente, diciéndome: «Ve a tomar el pequeño libro que tiene abierto en la mano el Ángel que está de pie sobre el mar y sobre la tierra». (Apocalipsis 10, 8)

  • Yo corrí hacia el Ángel y le rogué que me diera el pequeño libro, y él me respondió: «Toma y cómelo; será amargo para tu estómago, pero en tu boca será dulce como la miel». (Apocalipsis 10, 9)

  • Yo tomé el pequeño libro de la mano del Ángel ylo comí: en mi boca era dulce como la miel, pero cuando terminé de comerlo, se volvió amargo en mi estómago. (Apocalipsis 10, 10)


“Recorramos a Jesus e não às pessoas, pois só ele nunca nos faltará.” São Padre Pio de Pietrelcina