Encontrados 1608 resultados para: hombre espiritual

  • Y sé que este hombre -no sé si con el cuerpo o fuera de él, ¡Dios lo sabe!- (II Corintios 12, 3)

  • fue arrebatado al paraíso, y oyó palabras inefables que el hombre es incapaz de repetir. (II Corintios 12, 4)

  • De ese hombre podría jactarme, pero en cuanto a mí, sólo me glorío de mis debilidades. (II Corintios 12, 5)

  • Pablo, Apóstol -no de parte de hombres ni por la mediación de un hombre, sino por Jesucristo y por Dios Padre que lo resucitó de entre los muertos- (Gálatas 1, 1)

  • yo no la recibí ni aprendí de ningún hombre, sino por revelación de Jesucristo. (Gálatas 1, 12)

  • en revelarme a su Hijo, para que yo lo anunciara entre los paganos, de inmediato, sin consultar a ningún hombre (Gálatas 1, 16)

  • Pero como sabemos que el hombre no es justificado por las obras de la Ley, sino por la fe en Jesucristo, hemos creído en él, para ser justificados por la fe en Cristo y no por las obras de la Ley: en efecto, nadie será justificado en virtud de las obras de la Ley. (Gálatas 2, 16)

  • Hermanos, quiero ponerles un ejemplo de la vida cotidiana: cuando un hombre hace un testamento en debida forma, nadie puede anularlo o agregarle nada. (Gálatas 3, 15)

  • Por lo tanto, ya no hay judío ni pagano, esclavo ni hombre libre, varón ni mujer, porque todos ustedes no son más que uno en Cristo Jesús. (Gálatas 3, 28)

  • y aboliendo en su propia carne la Ley con sus mandamientos y prescripciones. Así creó con los dos pueblos un solo Hombre nuevo en su propia persona, restableciendo la paz, (Efesios 2, 15)

  • Que él se digne fortificarlos por medio de su Espíritu, conforme a la riqueza de su gloria, para que crezca en ustedes el hombre interior. (Efesios 3, 16)

  • hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, al estado de hombre perfecto y a la madurez que corresponde a la plenitud de Cristo. (Efesios 4, 13)


“Todas as percepções humanas, de onde quer que venham, incluem o bem e o mal. É necessário saber determinar e assimilar todo o bem e oferecê-lo a Deus, e eliminar todo o mal.” São Padre Pio de Pietrelcina