Encontrados 299 resultados para: hija

  • El Señor se portó como un enemigo y devoró a Israel: devoró todos sus palacios, destruyó sus fortalezas; multiplicó en la hija de Judá las lamentaciones y los lamentos. (Lamentaciones 2, 5)

  • El Señor decidió arrasar la muralla de la hija de Sión: tomó sus medidas y no retiró su brazo hasta dejarla derruida; cubrió de luto el antemural y el muro, que se desmoronaron juntamente. (Lamentaciones 2, 8)

  • Están sentados en el suelo, silenciosos, los ancianos de la hija de Sión; se han cubierto la cabeza de polvo, se han vestido con un sayal. Dejan caer su cabeza hasta el suelo las vírgenes de Jerusalén. (Lamentaciones 2, 10)

  • Mis ojos se deshacen en llanto, me hierven las entrañas; mi bilis se derrama en la tierra por el desastre de la hija de mi pueblo, mientras desfallecen sus niños y pequeños en las plazas de la ciudad. (Lamentaciones 2, 11)

  • ¿A quién podré compararte? ¿A quién te asemejaré, hija de Jerusalén? ¿A quién te igualaré, para poder consolarte, virgen hija de Jerusalén? Porque tu desastre es inmenso como el mar: ¿quién te sanará? (Lamentaciones 2, 13)

  • Al verte, golpean las manos todos los que pasan por el camino; silban y mueven la cabeza sobre la hija de Jerusalén: "¿Es ésta el dechado de toda hermosura, la alegría de toda la tierra?". (Lamentaciones 2, 15)

  • ¡Invoca al Señor de corazón, gime, hija de Sión! ¡Deja correr tus lágrimas a raudales, de día y de noche: no te concedas descanso, que no repose la pupila de tus ojos! (Lamentaciones 2, 18)

  • Ríos de lágrimas brotan de mis ojos, por el desastre de la hija de mi pueblo. (Lamentaciones 3, 48)

  • Hasta los chacales presentan las ubres para amamantar a sus cachorros; pero la hija de mi pueblo se ha vuelto cruel como los avestruces del desierto. (Lamentaciones 4, 3)

  • La iniquidad de la hija de mi pueblo ha superado el pecado de Sodoma, que fue destruida en un instante sin que se moviera una mano contra ella. (Lamentaciones 4, 6)

  • Las mismas manos de tiernas mujeres cocinaron a sus hijos: ellos les sirvieron de alimento en el desastre de la hija de mi pueblo. (Lamentaciones 4, 10)

  • ¡Regocíjate y alégrate, hija de Edóm, tú que habitas en el país de Us! También tú recibirás la copa: te embriagarás y te desnudarás. (Lamentaciones 4, 21)


“Faltar com a caridade¨¦ como ferir a pupila dos olhos de Deus.” São Padre Pio de Pietrelcina